Por: Pavel Vidal Alejandro
Un punto de debate siempre presente en los análisis sobre Cuba es la verdadera causa de los grandes problemas de su economía. Para algunos, el embargo de EE.UU. es lo que explica el bajo ingreso de la familia promedio cubana, las deterioradas fachadas de los edificios en La Habana y el persistente desabastecimiento en los mercados de consumo. Para otros, todo ello no es más que una justificación externa que no deja apreciar que la verdadera causa de los problemas es la ineficiencia de un sistema centralmente planificado al estilo soviético. Una tercera perspectiva, más balanceada, indicaría que ambos factores han hecho mella en el desempeño de la economía y la vida cotidiana de los cubanos.
Después de un proceso de negociación que tomó 18 meses, el pasado 17 de diciembre se abrió una nueva página en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, lo cual llevará a un restablecimiento de las relaciones diplomáticas y a la puesta en marcha de un grupo de medidas propuestas por el presidente Obama. Adicionalmente, se abre paso a un complejo proceso político y legislativo en el Congreso de los EE.UU., que en un futuro pudiera conducir al levantamiento total del embargo económico que pesa sobre la Isla.
Aun cuando el embargo no se elimina todavía, las medidas anunciadas podrían comenzar a favorecer gradualmente la economía cubana. Algunos de los efectos serán más directos y tangibles y se apreciarán en las tendencias del turismo, las remesas y los bienes y servicios que llegan a Cuba desde EE.UU. Otros efectos serán más indirectos, y recaen en la señal que emite a la comunidad económica y financiera internacional, el restablecimiento de relaciones entre ambos países.
Aumento del comercio y del turismo
A partir de un grupo de flexibilizaciones hechas al embargo, desde el año 2002 se permitió que Cuba importara alimentos y determinados productos farmacéuticos desde EE.UU. Este comercio creció, a pesar de que no contaba con ninguna facilidad financiera; todo lo contrario, debía pagarse por adelantado el envío de la mercancía. El punto más alto de dichas importaciones se alcanzó en el año 2008, con un valor de 711 millones de dólares.
Otro elemento que ha caracterizado las relaciones económicas entre ambos países ha sido el flujo de turistas desde EE.UU. hacia la Isla. Más de 90 000 estadounidenses visitaban anualmente Cuba, pese a las restricciones que les impedían hacer gastos e importar mercancías, además de que debían solicitar una licencia específica para estos viajes.
En el citado discurso de Obama se enumeraron un grupo de medidas que indiscutiblemente llevarán a incrementar las importaciones cubanas y la llegada de turistas desde EE.UU. No obstante, para conocer la velocidad y la magnitud de este impacto, habrá que esperar a que se emitan los reglamentos y los detalles de la implementación.
Impulso a los negocios privados
La nueva política de Washington indica, de manera explícita, que uno de sus principales objetivos es "fomentar el crecimiento de los emprendimientos y del sector privado en Cuba". La Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI) reporta que, en 2013, las personas vinculadas formalmente a este sector no estatal representaban el 26 % del total de ocupados de la economía. A pesar de su continuo crecimiento, la tasa neta de creación de nuevos negocios ha venido disminuyendo.
El sector privado ha sufrido restricciones para importar y disponer de los insumos necesarios para su funcionamiento, además de que no cuentan con una demanda creciente de servicios, debido a que durante el proceso de reforma no ha aumentado el poder adquisitivo del cubano promedio.
Si efectivamente las medidas anunciadas por la Casa Blanca llevan a un incremento del turismo, el sector privado se verá beneficiado por el aumento que se apreciará en la demanda. Se favorecerán con la autorización para importar insumos desde EE.UU., aunque existen muchas incógnitas sobre cómo operará este flujo comercial.
Además de tener limitaciones por la baja demanda y las restricciones de insumos, lo negocios privados también han tenido dificultades para acceder al financiamiento bancario. Los trabajadores por cuenta propia y las micro y pequeñas empresas privadas han recibido apenas un 2,6 % de los nuevos créditos autorizados desde el año 2012.
Con estos datos se confirma que las remesas y los recursos propios son las fuentes de financiamiento que han dinamizado el sector privado, y que muy poco ha aportado el crédito bancario. Por ello es previsible que las medidas de Obama beneficien también al sector privado por el canal del financiamiento, dado que se propone aumentar los límites máximos de las remesas de $500 a $2 000, por cada trimestre.
Puerto del Mariel, La HabanaPuerto del Mariel, La Habana
Incremento de las inversiones y del crecimiento del PIB
Los inversionistas extranjeros usualmente valoran como un atractivo del mercado cubano los altos índices de educación y seguridad. La ubicación geográfica en el continente y cercanía a EE.UU. también se ha apreciado como un elemento favorable. Hasta que no se elimine completamente el embargo, las empresas radicadas en Cuba no podrán exportar bienes y servicios a EE.UU., pero con los nuevos cambios en la política de EE.UU. ese día parece más cercano, con lo cual se multiplica la rentabilidad futura esperada de los negocios en Cuba.
El Secretario de Estado tiene la orientación de iniciar una revisión de la designación de Cuba como país patrocinador del terrorismo y rendirá un informe en un plazo de seis meses. Si se excluye a Cuba de la lista de estados que patrocinan el terrorismo, se reducirán enormemente los costos financieros y riesgos de tener vínculos con la economía cubana.
Si bien para las empresas norteamericanas sigue vetada la entrada al mercado cubano, para las empresas de otras nacionalidades los recientes anuncios son una excelente y prometedora noticia, a partir de lo cual se esperaría un incremento significativo de las inversiones en la economía cubana, que acelerarán el PIB hasta tasas de 5 y 6 % en los próximos años.
Medidas que promoverán las importaciones y los viajes desde EE.UU.
-Se permitirá la exportación de ciertos materiales de construcción, bienes para el uso del sector privado y equipos para los pequeños agricultores.
-Se autorizará la exportación de ciertos dispositivos de comunicaciones del consumidor, software, aplicaciones y hardware.
-Se permitirá que los proveedores de telecomunicaciones establezcan los mecanismos necesarios en Cuba, incluida la infraestructura, para proporcionar telecomunicaciones comerciales y servicios de Internet, lo que mejorará las telecomunicaciones entre Estados Unidos y Cuba.
-Se permitirá que las instituciones de EE.UU. abran cuentas en instituciones financieras cubanas para facilitar las transacciones autorizadas y la creación de otras facilidades para el pago de las exportaciones estadounidenses.
-Se amplían los permisos generales de viaje a Cuba para 12 categorías autorizadas.
-Los viajeros con licencia que vayan a Cuba tendrán la autorización de importar $400 dólares en bienes desde Cuba, de los cuales no más de $100 pueden ser productos de tabaco y alcohol.
-Se permitirá que los viajeros a Cuba usen tarjetas de
crédito y débito de EE.UU.
¿Se profundizará la reforma?
Este nuevo capítulo en la historia de las relaciones entre ambas naciones, acontece después de seis años de reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro, las cuales le facilitaron al presidente Obama tomar la decisión de cambiar la política hacia Cuba. Al mismo tiempo, se podría esperar que el nuevo contexto lleve a una profundización progresiva de las trasformaciones en Cuba.
Unos resultados económicos más favorables a corto plazo podrían sumar apoyo popular a los cambios impulsados por el gobierno. Unas relaciones menos beligerantes con EE.UU. quitarían argumentos a las prácticas más alejadas de los estándares internacionales. Las influencias externas de un país más integrado desde el punto de vista económico y financiero con la comunidad internacional, también promoverá transformaciones más profundas.
Obviamente hay muchas incertidumbres políticas en los procesos que están aconteciendo, pero un escenario optimista y no descabellado es el avance simultáneo del desmantelamiento del embargo y de una reforma sistemática del modelo de estilo soviético. Si es así, tal vez nunca logremos saber quién era el verdadero responsable de los grandes problemas de la economía cubana.
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