miércoles, 26 de octubre de 2016

El silencio de Mozart

Por Carlitos

San Felipe Neri es una especie de oasis en lo profundo de la Habana Vieja. Mientras bombea el motor de una pipa de agua, suenan los timbres de los bicitaxis o se desborda la bulla del solar, aquí se aprende, se toca y se escucha a Mozart, y al más alto nivel mundial.

En San Felipe radica la sede del Lyceum Mozartiano de La Habana, institución que bajo el auspicio de la Oficina del Historiador de la Ciudad, se dedica a la creación, investigación, capacitación y divulgación de la música de concierto.

En este mismo blog, hace un año resaltamos el valor de esta institución, donde se brinda a jóvenes músicos la oportunidad de superarse y crecer, subir la varilla de la enseñanza artística y medir sus potencialidades en Cuba.

El pasado 23 de octubre concluyó la segunda edición del Festival Mozart Habana, la cara más visible y momento cumbre del trabajo del Lyceum, con la participación de algunos de los principales intérpretes de Mozart del mundo.

Y si maravillosa es la presencia de estas grandes figuras, maravilloso es que quieran regresar, imantados por el intercambio con los artistas, los estudiantes y el público cubano. Para muchos europeos es una sorpresa tremenda ver a Mozart "aplatanado" en pleno Mar Caribe. Más aún si ello no responde a una asimilación simplona de los paradigmas internacionales.

Mozart aquí es un pretexto: se le toca junto a Haydn, Schubert, Beethoven, ritmos cubanos y latinos, se mezclan la música, la fotografía, el teatro, la investigación cultural y las nuevas tecnologías, actúan personalidades, los niños de la escuela Paulita Concepción y la Colmenita.

Como toda obra humana, la del Lyceum es una empresa colectiva, pero tiene el sello y la entrega de un héroe anónimo. Ulises Hernández, pianista consagrado, ha renunciado a los aplausos propios por una obra que lo trasciende.

Pudiera estar estudiando mucho para seguir escalando éxitos personales (como necesitan hacerlo los grandes), pero ha decidido entregarse a los desgastes propios de un proyecto de esta naturaleza: la organización, la enseñanza y la lucha siempre agobiante contra los caprichos de cierta burocracia.

Volcado a los detalles, desde conservar los modales, hasta preservar la limpieza, no tiene un equipo de superdotados, sino de abejas que siguen su liderazgo, admiran su obra y el amor que le pone a lo que hace. Ulises parece omnipresente y utiliza su autoridad, con humildad, para convocar (muchos de los "nombres de lujo" del programa se deben a que Ulises "llama").

En el Lyceum se entiende la música más allá de su valor artístico o de la erudición que viene a la mente cuando se oye hablar de lo clásico. Se entiende la música como un medio de búsqueda interior; no sólo por los valiosos proyectos comunitarios que se llevan a cabo, sino por la manera en que la música puede ayudarnos a ser mejores personas, más plenas, más felices.

Así lo dijo la maestra Zoila Lapique, invitada especial al Festival el día de la cultura cubana: "…solo la cultura nos permitirá defendernos, solo la cultura nos permite discernir lo bueno de lo malo…"

Si quiere entenderlo lléguese por San Felipe y vea la austeridad de brillantes músicos y la felicidad con que viven su crecimiento artístico o la forma en que puede transformarse la vida de niños muy pobres cuando se entregan a un instrumento. No es un empeño sencillo (hay cosas contra las que no se puede), pero se intenta con humildad, empezando por el ejemplo admirable de sus profes.

Si la obra toda del Lyceum (humana, artística y social) no se parece al Socialismo en el que creo, no sé a qué se parece.

Por eso me cuesta entender por qué no hubo ninguna autoridad del Ministerio de Cultura durante las actividades del Festival Mozart Habana, por qué las cámaras del noticiero sólo llegaron el día de la clausura o por qué el noticiero cultural lo tenía como el último anuncio de su cartelera. Pareciera que solo la Oficina del Historiador estaba al tanto y/o valoraba lo que ahí sucedía.

¿A dónde miran nuestras instituciones culturales? ¿Acaso no merece un proyecto como este todo el apoyo y promoción? ¿Será que sólo es "visible" lo que tiene el cuño de nuestras "vacas sagradas" o el impulso institucional? ¿Por qué es tan difícil que se reconozca lo valioso y tan fácil que se promueva lo superfluo?

No hay Socialismo posible si, intentado formular un sistema perfecto desde arriba, se pierde o se sospecha de lo valioso que nace desde abajo.

jueves, 13 de octubre de 2016

Con la mira en el post-Matthew

Ya se difundió la noticia de la habilitación de una cuenta única con el objetivo de enfrentar los efectos de Matthew en Guantánamo. Al mismo tiempo, una buena cantidad de iniciativas institucionales, asociativas y personales se han concentrado en la recogida y envío de donativos materiales. Creo que esta es una de las ocasiones, como ha hecho abiertamente con el manejo de determinadas áreas de la economía, en que el Estado puede y debe reconocer que el problema de la reconstrucción lo supera; apelando y especialmente, facilitando, la voluntad de buena parte de la población del país de apoyar a la gente afectada.

Desde la perspectiva de articular las acciones de solidaridad popular, la percepción del efecto de las ayudas en los más necesitados y la comunicación institucional proponemos:

  • Creación de un Observatorio (en red) dedicado a cubrir el proceso de recuperación de los municipios Baracoa, Imías, San Antonio del Sur y Maisí.
  • Habilitar un contador con el total de viviendas afectadas (total o parcialmente) en que se evidencie el progreso en las reparaciones o entrega de casas. La misma fórmula puede emplearse para ilustrar la evolución en la cifra de personas albergadas.
  • Ofrecer información pública sobre el monto que alcanzan las donaciones en la cuenta única y a qué se destinan.
  • Identificar (aprovechando la red de órganos del poder popular) a las familias con menor posibilidad para cubrir el 50% del gasto en materiales de la construcción (se anunció que el gobierno cubrirá la otra mitad) o a las que le resulte imposible asumir los compromisos crediticios; posteriormente promover campañas para donativos específicos a esas familias.

Todos sabemos que la etapa más difícil – y muchas veces extensa – es la recuperación. La ayuda es casi incondicional, la única condición es saber que tiene un efecto real en la gente.

 

 

miércoles, 12 de octubre de 2016

Ángeles y demonios

Por Carlitos

Se debe subrayar la importante tarea

De los perseguidores de cualquier nacimiento…

Silvio Rodríguez

Cuando en mis años de universidad seguí la "guerrita de los emails" y todo el debate alrededor del quinquenio gris, me preguntaba por qué la insistencia de nuestros artistas, escritores, pensadores en abordar temas que ya se suponían superados.

En los años siguientes, parecía abrirse un camino lento pero de no retorno en este sentido. Aparecieron muchos espacios de debate y plataformas alternativas. Y si algo demostraron esos espacios es que por más diversas que fueran las posiciones, mientras más debate, más crecimiento.

Pero aquello de "temas superados" era la más ingenua de mis creencias. Los grises personajes están siempre ahí, durante épocas callan y tratan de preservarse, aplauden hasta aquello en lo que no creen, esperando el momento de volver a la carga. Cuando la adversidad o los peligros externos son más serios y se exige "tomar posiciones", ahí están ellos.

La grisura está regresando peligrosamente a la cultura, el periodismo, la economía. En los últimos meses se advierte en determinadas medidas u ofensivas que desconocen las causas reales de los problemas y tienden a "cortar por lo sano", sancionando al mensajero sin reparar en el mensaje, colmando de sospechas el camino de las nuevas ideas, apostando por fundamentalistas calificaciones.  

Si grave fue esa forma de ver la política en otras épocas, resulta casi suicida luego del restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos, la reforma migratoria, el impulso al sector privado, y una mayor permisibilidad a medios de comunicación alternativos. Cambió el escenario y también las reglas de juego. Prohibiciones o calificaciones que antes pecaron de absurdas e injustas, hoy son adicionalmente contraproducentes, caldo de cultivo para el descrédito y la desconexión política.

Por suerte, la construcción socialista no es el imperio de la grisura. Como también advertía un artículo que circuló por aquella época (Ni quinquenio gris ni decenio negro, sino interminable lucha de ideas y diversidad en la cuba revolucionaria, Domingo Amuchástegui), a la par de aquellas penosas historias, tuvimos la Casa de las Américas, el Grupo de Experimentación Sonora, el Festival del Nuevo Cine, el desarrollo universitario y de centro científicos, tuvimos a Haydeé, Alfredo, Celia, Hart, Carlos Rafael, Roa, el Che y Fidel.

El Socialismo, como toda obra humana, tiene ángeles y demonios. En momentos de incertidumbre, de regreso de la grisura, de agotamiento de determinados discursos y estrategias, pareciera que se extinguen los ángeles. Pero no, están ahí. Puede ser que soporten demonios que, después de una larga siesta, se le cuelgan de los pies o de la nuca, pero están ahí.

Creo conocer a muchos, en nuestras instituciones estatales, en posiciones más y menos influyentes, en el sector privado y en los medios alternativos. Seguramente hay muchos otros. Gracias a ellos, a pesar de innumerables zigzags, a pesar de desvaríos, hemos podido retomar el rumbo.

Ahora entiendo aquella "obstinación" de nuestros intelectuales. La historia hay que conocerla con todas sus manchas, e insistir en ellas para evitar que se repitan. Quisiera aspirar a que mis hijos las aprendan en la escuela y que dejemos de verlas con vergüenza. Más que penosas páginas de nuestra historia, son parte de la complejidad de la construcción socialista, donde vagan demonios y grises tendencias que no tienen que ver con su esencia y luchan ángeles que, si sabemos preservar aprendiendo del pasado, se impondrán y marcarán el camino.

lunes, 3 de octubre de 2016

Con la mira en Matthew

Esta semana nuestra mirada andará puesta en la región oriental del país. Toda la atención, esfuerzos y solidaridad con nuestros amigos (y los que no lo son) de Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo ante la amenaza del huracán Matthew. Creo será comprensible para todos y todas que recesaremos esta semana y desde ya, llamamos -de todas las maneras posibles- a expresar nuestra solidaridad y apoyo concreto a nuestr@s herman@s.