La lluvia y el carácter informativo de la mayoría de los temas impregnaron un ambiente más calmado que otras veces a la Asamblea de cineastas del pasado sábado 24 de enero (¿se han fijado que la atmósfera o Dios se empeñan en que llueva en sábados de Asamblea?) Como los asuntos se han ido acumulando, esta vez haremos un resumen detallado.
El "Documento del Grupo de Trabajo Temporal (GTT) para la renovación del sistema del cine cubano y del ICAIC" ya está terminado y listo para su presentación a la Comisión de Implementación de los Lineamientos. El enunciado quizás no resalta la importancia del hecho: hemos trabajado por casi dos años junto al ICAIC para llegar a este documento. Recordemos que la inconformidad con la metodología original, que prácticamente dejaba fuera a los cineastas, fue el detonante que dio vida a nuestras acciones. Cuando el ICAIC haga efectiva la entrega, habremos cumplido una parte importante de nuestros objetivos y se abre la etapa definitiva de llevar las ideas a la práctica. En el camino hemos sido objeto de incomprensiones, ofensas, indiferencias y descalificaciones, pero tampoco nos ha faltado la solidaridad, y mucho menos el empecinamiento propio porque siempre hemos estado convencidos de la justeza de nuestras demandas.
El Documento tiene un carácter técnico y práctico, que es el que corresponde en esta etapa, ha sido elaborado de conjunto entre los cineastas y el ICAIC y recoge la totalidad de nuestras aspiraciones, planteadas y analizadas en las Asambleas. En especial están presentes la necesidad del reconocimiento del creador audiovisual, la creación del registro correspondiente, dotar de personalidad jurídica a las productoras independientes e iniciar el proceso para promulgar una Ley de Cine.
En cuanto a la Ley de Cine, el Documento del GTT propone fechas que, una vez definidas por la Comisión de Implementación de los Lineamientos, deben poner en marcha el mecanismo sin más dilación y según lo establecido en el país para estos procesos. Los cineastas, con el ICAIC y el Ministerio de Cultura, debemos trabajar para presentar contenidos y conceptos que consideramos deben integrar la Ley.
Es necesario acabar de una vez con los rumores que demonizan la Ley de Cine sin comprender la necesidad y urgencia de la misma, y dejar claro que los cineastas no intentamos usurpar las funciones del Estado o de la Asamblea Nacional del Poder Popular ni ejercer presiones irresponsables. Nuestra labor ha estado encaminada a crear conciencia de la necesidad de la Ley y a reclamar nuestro derecho a aportar contenidos que deben formar parte de ella para que resulte el corazón vivo que necesita el audiovisual cubano para su renovación y no letra muerta.
También el Comité de Cineastas o g-20 ha conversado con el ICAIC sobre acciones que el Instituto puede y debiera emprender de inmediato, sin necesidad de esperar por la aprobación del Documento del GTT ni de una Ley de Cine. Entre esas acciones se encuentran la creación del Fondo de Fomento, el Comité de Cineastas y la Comisión Fílmica. Otras acciones pueden ser: abrir la convocatoria para Ibermedia y otros fondos similares a todos los cineastas y productoras, establecer las normas para el otorgamiento de la nacionalidad a las películas cubanas, y regular en favor de todos el proceso para la solicitud de los permisos de filmación. En algunos de esos casos, el g-20 y el ICAIC han intercambiado documentos donde ya hay un diseño inicial de propuestas. Las del g-20 siempre han sido presentadas y consensuadas en las Asambleas.
Respecto al Comité de Cineastas o g-20 (grupo elegido por los creadores en la primera asamblea para que los representara y encabezara el trabajo realizado) se aclaró que, en la práctica, el número efectivo de compañeras y compañeros que lo integran es de 12, cantidad que mostró ser la más eficaz. Ellos son: Rebeca Chávez, Lourdes de los Santos, Magda González, Claudia Calviño, Fernando Pérez, Manuel Pérez, Senel Paz, Arturo Arango, Ernesto Daranas, Enrique Kiki Álvarez, Luis Ernesto Doñas y Pedro Luis Rodríguez. Otros compañeros que tras la elección inicial integraron el equipo, por motivos de trabajo o circunstancias personales participaron parcialmente o no nos pudieron acompañar de modo regular. Les reconocemos a todos el aporte que realizaron y los esperamos de vuelta en cualquier momento. Hasta la renovación del Comité, mantendremos el nombre de g-20 para no crear confusión.
Próximos a arribar a dos años de trabajo, y en cumplimiento del espíritu participativo con que nació la iniciativa, en la venidera asamblea el Comité de Cineastas o g-20 deberá renovarse total o parcialmente. Entendemos oportuno realizar elecciones porque ha transcurrido un tiempo prudencial y sobre todo porque estamos en un punto de inflexión: se ha concluido el Documento del GTT y lo que queda por delante es trabajar en la Ley de Cine e implementar las medidas que se dicten para el sector, vale decir, una nueva etapa de trabajo. El tema de las elecciones y la competencia del comité serán sometidos a debate y decisiones en la próxima asamblea, incluida la propia elección.
Entre los puntos que entendemos necesitan procesos de reflexión se encuentra lo que llamamos "política de exhibición". La censura ejercida sobre Regreso a Ítaca puso de manifiesto la ausencia de reglas y definiciones claras y públicas para tomar decisiones frente a películas polémicas, lo que da pie a fallos unilaterales, sin consenso ni diálogo y sin tomar en cuenta el criterio de los cineastas, siempre los más afectados con estas medidas, ya sean ejercidas sobre sus obras o las de otros. Nos corresponde propiciar espacios para debatir sobre este tema tan delicado y esencial, y contribuir a que se creen mecanismos diáfanos, responsables y efectivos para enfrentar esta problemática sobre la base de que la censura no debe tener cabida en nuestra política cultural, al tiempo que debe existir una programación y distribución responsables, en línea con los principios de nuestra sociedad.
En relación con el filme de Laurent Cantet, la Asamblea ratificó la declaración "No ha de temerse la sinceridad", dada a conocer en el pasado diciembre, ratificó su apoyo a la dirección del Festival de Cine y su inteligente y revolucionaria política de programación, y en especial a su director Iván Giroud, y manifestó su aspiración a que cuanto antes el filme sea exhibido normalmente en las pantallas cubanas.
Los cineastas decidieron solicitar al ICAIC que acoja en su portal digital las informaciones del grupo, si ello le es posible, de modo que estas puedan ser consultadas con facilidad y evitar las tergiversaciones y manipulaciones que determinados órganos de prensa y periodistas sin ética están haciendo, inventando incluso entrevistas que no han existido y con el evidente propósito de entorpecer nuestro trabajo o llevarlos a zonas de confrontación inútiles.
Otro punto fue la piratería. A partir de lo sucedido con Vestido de novia y otras películas recientes, la Asamblea debatió sobre este asunto que resultó el más animado de la tarde y motivó la intervención de varios cineastas. El vicepresidente del ICAIC y director de su Productora, Ramón Samada, expuso las debilidades del Instituto para enfrentar y detener estos actos y dijo que, en última instancia, es el mismo ICAIC quien está siendo afectado. De momento, se propuso solicitar al Estado que promulgue normas para la protección del cine cubano, aun reconociendo lo difícil que resulta detener la piratería en el contexto actual, y se acordó continuar con el tema en próximos encuentros.
La Asamblea terminó con un fuerte aplauso para el gran actor Raúl Pomares, recientemente fallecido.
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