Por Nora Gámez Torres
La Ley de Ajuste Cubano podría ser modificada por el Congreso como resultado directo de las negociaciones emprendidas por el presidente Barack Obama con el gobierno cubano, según declaró en entrevista con el Nuevo Herald la representante Ileana Ros-Lehtinen(R).
Según la representante por la Florida, el diálogo abierto por Obama crea una contradicción, que quienes abogan por normalizar las relaciones con la isla van a ser "los primeros" en cuestionar.
"Uno no puede decir las dos cosas: que es un país común y corriente, y que voy a pedir asilo político y voy a tener la garantía de la Ley de Ajuste Cubano. Algo se va a tener que cambiar porque no se pueden tener estos dos conceptos, de persecusión y de relaciones diplomáticas", explicó.
"Si la Ley de Ajuste Cubano sobrevive esta sesión (del Congreso) sería milagroso porque no es posible tener relaciones con un gobierno y tener este privilegio que no existe para ningún otro grupo", destacó, aunque cree que posiblemente solo "se va a modificar".
Ros-Lehtinen dijo que las posibles modificaciones estarían todavía "bajo estudio" y que aunque el cambio podría incluirse dentro de una reforma migratoria general, "cada día se ve menos apoyo para pasar un proyecto masivo, grande, inclusivo como ese".
La administración de Obama ha repetido que no tiene entre planes de cambiar la política migratoria actual pero la Ley de Ajuste está siendo cuestionada por distintos actores políticos, incluso aquellos que han estado enfrentados por más de 50 años.
El gobierno cubano dejó claro en las conversaciones migratorias celebradas en La Habana el 21 de enero, que la eliminación de la ley es una de sus prioridades en la negociación con EEUU. Por su parte, muchos exiliados que huyeron de Cuba en las décadas del 60 y 70 del siglo pasado tienen dificultades para entender cómo los cubanos que llegaron recientemente viajan de regreso a la isla a visitar a sus familiares, y también favorecen que la ley beneficie solo a aquellos que puedan sufrir persecución política —como sugirió también una reciente moción de la Comisión del Condado Miami Dade.
Los beneficios inmediatos que obtienen los cubanos al pisar suelo estadounidense —gracias a esta ley de 1966 que le permite "ajustar" su estatus migratorio al cabo del año y un día, y solicitar una residencia permanente— son deseados también por otros grupos de migrantes hispanos, que miran con recelo el tratamiento "privilegiado" que reciben los cubanos.
Y para los legisladores cubanoamericanos, en el Congreso parece cada vez más "difícil" justificar la ley.
"Puede ser que el gobierno cubano lo pida también pero es que el presidente (de los Estados Unidos) tiene que darse cuenta que cuando hace este tipo de cambios, va a tener consecuencias. Es díficil justificar la Ley de Ajuste Cubano cuando tenemos este tipo de relación nueva con el régimen", opinó Ros-Lehtinen, quien también aludió a "personas que han abusado de la ley" y cubanos "que regresan 10 veces al año" a su país.
"Es una pena que eso haya ocurrido pero yo no creo que va a quedar intacta, yo creo que va a haber cambios. Vamos a ver qué dirección quiere tomar el Congreso", reflexionó.
Los proyectos en el Congreso
Un grupo de congresistas introdujeron la semana pasada varios anteproyectos de ley sobre temas relacionados con Cuba, y que proponen desde eliminar todas las restricciones de viajes a la isla hasta cortar los fondos a Radio y TV Martí, pero ninguno de ellos tiene posibilidades de ser aprobado, según afirmó Ros-Lehtinen.
El representante por Nueva York, Charles Rangel (D), propuso tres proyectos de ley que, de aprobarse, eliminarían el embargo y todas las restricciones de viajes y comercio con la isla. Otra iniciativa similar ya fue presentada por el representante por Illinois, Bobby L. Rush (D) y un grupo bipartidista de senadores, entre los que se encuentran Jeff Flake y Patrick Leahy, también llevaron ante el Senado un anteproyecto para eliminar todas las restricciones de viaje a Cuba.
Por su parte, la congresista por Minnesota Betty McCollum (D) propuso la ley "Stop Wasting Taxpayer Money on Cuba Broadcasting Act" (Pare de malgastar el dinero de los contribuyentes en transmisiones a Cuba), en la que califica a Radio y TV Martí, de "artefactos anticuados de la Guerra Fría" y "radiodifusión propagandística".
En una declaración en su página oficial, el congresista Rangel defendió sus propuestas explicando que "he visitado Cuba y me he reunido con Fidel Castro muchas veces a lo largo de mi carrera. Creo firmemente que con el diálogo continuo y abierto, nuestros dos países pueden construir una relación mutuamente beneficiosa".
Ros-Lehtinen no está sorprendida con estas iniciativas. "Son personas que ideológicamente se identifican con el régimen en el sentido de que ellos creen que Estados Unidos es el monstruo que está destruyendo a la isla de Cuba. Son personas que tienen historia en el Congreso de estar en contra del movimiento nuestro de sanciones", dijo.
"Ninguno de estos proyectos va a pasar. Nosotros vamos a parar todo estos proyectos, tenemos los votos y eso no tiene futuro", afirma mientra rompe un papel con una lista de esas iniciativas. "Nosotros tenemos que educar a nuestros colegas y decirles por qué esto no va a tener éxito", añadió.
Ros-Lehtinen está convencida de que "la primera persona que va a fastidiar la maniobra del presidente Obama y de estos colegas es Raúl Castro. Cada vez que abre su boca, siempre dice una barbaridad".
En su discurso ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Costa Rica la semana pasada, el gobernante Raúl Castro se refirió a una lista de asuntos sin los cuales "no sería posible" alcanzar la normalización de relaciones con EEUU, entre los que mencionó el fin del embargo, la devolución de la base naval de Guantánamo y una compensación por "daños humanos y económicos".
"Él es el peor aliado que tienen estas personas que quieren establecer relaciones económicas con su gobierno", aseguró.
"¿Qué ha cambiado en Cuba? Nada", continuó Ros-Lehtinen y citó el caso del rapero contestatario Maikel Oksobo (El Dkano), quien fue sentenciado la semana pasada a un año de prisión acusado de "peligrosidad predelictiva".
Sin dar detalles, la representante anunció que estaba preparando un proyecto de ley también, "para destacar que darle dinero al sector turístico (en Cuba) es ayudar también a la tiranía porque ellos son los que controlan esa industria".
La congresista no escondió su desacuerdo con el modo en que la administración del presidente Barack Obama llevó en secreto las negociaciones con el gobierno cubano. "El gobierno de Obama no tiene ni la menor intención o deseo de incluir a la comunidad exiliada, ni incluir a quienes estamos debatiendo estos temas en el Congreso. No sabemos ningún detalle de las conversaciones con el régimen de Cuba", dijo.
"El presidente ha dado una bofetada tremenda al Congreso".
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