viernes, 28 de noviembre de 2014

Dos equipos japoneses andan tras Yulieski.

Por WordPress.

El cubano Yulieski Gourriel Castillo podría ser objeto de una dura e inédita batalla entre el Yokohama DeNA BayStars y losGigantes de Yomiuri, por hacerse de sus servicios para la temporada 2015 de la Liga Japonesa de Béisbol (Nippon Professional Baseball, NPB).

Ambas franquicias se desplazaron hasta Veracruz, México, para observar al jugador de cuadro cubano, quien se desempeñó en la segunda base con el equipo Cuba, la misma posición que cubrió mayoritariamente en su primera temporada con el BayStar en la NPB.

El Yokohama –club que contrató a Gourriel Castillo en la pasada temporada- ha mostrado un gran interés en volver a quedarse con el criollo, quien bateó para 305 de average (239-73), con 22 dobletes, 11 cuadrangulares, 30 carreras impulsadas y 536 SLG en 62 partidos.

Los Gigantes han evaluado las cualidades de Yulieski –tercer bate y además jugador de tercera base- y están decididos a sentarse en la mesa de negociaciones con la Federación Cubana de Béisbol Amateur (FCBA), organismo que media las contrataciones de los peloteros cubanos en el exterior.

Está previsto que este encuentro entre las partes involucradas en la porfía por Gourriel Castillo tenga lugar en algún momento posterior a la primera quincena del próximo mes, un hecho inédito en las relaciones entre la NPB y la FCBA, después que Cuba diera luz verde, el pasado año, para que sus peloteros jugaran en el béisbol rentado.

Esta semana también El Chiba Lotte Marines anunció su interés por contratar de nuevo al slugger cubano Alfredo Despaigne Rodríguez.

¿Por qué Raúl Castro no recibió al Ministro español García-Margallo?

José Manzaneda, Cubainformación

El Ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, se entrevistó en La Habana con varios representantes del Gobierno cubano (1). Pero no fue recibido por el Presidente Raúl Castro, lo que ha sido calificado por los grandes medios españoles como "plante" (2), "plantón" (3) o "desplante" (4). Algunos buscaban retorcidas explicaciones, como el canal Antena 3 (5): "La entrevista con el Presidente cubano –explicaba una de las presentadoras del informativo- no figuraba en el programa oficial, pero se daba por descontada. El motivo del desplante tendría su origen en la conferencia pronunciada el día anterior, en la que Margallo hizo un detallado recorrido por la transición española y dijo que se podía aplicar a Cuba, aunque no citó a la Isla directamente".

Esta explicación parece poco coherente, si tenemos en cuenta que la citada conferencia fue organizada por el propio Gobierno cubano, y su título anunciado no dejaba lugar a la sorpresa: "Vivir la transición. Una visión biográfica del cambio en España" (6). Ningún malestar posible, por tanto, en el Gobierno cubano, que invitó a la conferencia –según el diario español El País- a cerca de "medio millar" de personas (7). Este medio –por cierto- trataba de poner el habitual toque de intriga, al subrayar que al acto solo se podía acceder "por rigurosa invitación y hasta la prensa acreditada tuvo problemas para acceder al salón". Suponemos que el periodista de El País no ha asistido nunca a una conferencia en Madrid de un ministro extranjero, para poder conocer de cerca qué son "problemas de acceso" y qué significa acudir "por rigurosa invitación".

Medios españoles aún más a la derecha añadían toques épicos a la citada conferencia del ministro. El ABC afirmaba que Margallo "aprovechó (...) para ensalzar la Transición española y su rumbo hacia las libertades", en una "contundente y valiente defensa de la democracia" (8).

El mensaje único de toda la prensa española, sin excepción, ha sido que el ministro español lanzó un "guiño", un mensaje implícito al Gobierno cubano. "Ninguna referencia expresa a Cuba –interpretaba la Enviada especial de Televisión Española Yolanda Álvarez- en una conferencia cargada de guiños" (9).

Porque, si hay algo incrustado en el imaginario mediático español –e impuesto en la opinión pública-, es el paralelismo entre la Revolución cubana y el franquismo español (10), cuyo final común e inevitable sería un "transición" a un supuesto sistema "democrático". "El consenso, el pluralismo político o el deseo de concordia –oíamos en Televisión Española- son algunos de los valores de la transición española que Margallo ha destacado en Cuba, un país comunista que trata de actualizar su sistema económico pero donde de momento no se habla de reformas democráticas" (11). "A ver si España puede tener un cierto papel –declaraba a Antena 3 un profesor de la Universidad privada San Pablo, entrevistado en calidad de "experto"- en un proceso de supuesta democratización de Cuba" (12).

De ahí que la palabra "régimen" –término empleado como sustitutivo de "dictadura"-, de igual modo que fue empleado por el movimiento antifascista para señalar al franquismo, ahora es utilizado por los medios para denominar al Gobierno revolucionario cubano (13) (14) (15).

Pero, dejando a un lado la citada conferencia, el viaje del ministro español García-Margallo sí tuvo detalles de una insultante arrogancia. Porque ¿se imaginan que un Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, en una rueda de prensa en Madrid, pidiera al Gobierno español la nacionalización de la banca, la paralización de los recortes sociales, o un aumento del sector público en la economía? Pues es exactamente lo que hizo José Manuel García-Margallo en La Habana: dictar lecciones a Cuba –entre otros aspectos- de lo que debe hacer con su economía. "España desearía un ritmo más rápido en las reformas económicas iniciadas en Cuba que den un margen mayor a la iniciativa privada y a la inversión extranjera" (16).

Esta intromisión reiterada en la política interna de Cuba sí puede explicar por qué el Presidente Raúl Castro –que ha recibido a cargos extranjeros de menor rango (17)- no recibiera al ministro de Exteriores español. Recordemos cómo García-Margallo, al asumir su cargo en 2011, aseguró que no viajaría a Cuba sin reunirse allí con la llamada "disidencia" (18). Hace unos días se desdecía, y lo justificaba por un "cambio de las circunstancias" (19). El propio García-Margallo reconocía en Onda Cero que tal "cambio de las circunstancias" no es otro que el fracaso del intento de aislamiento internacional a Cuba llevado a cabo por EEUU, España y la Unión Europea: "Desde el punto de vista internacional la situación ha cambiado de forma dramática. Cuba, que en el año 1996, cuando la Unión Europea adoptó la Posición Común, estaba aislada, hoy tiene un papel fundamental no sólo en el ALBA (países de la Alianza Bolivariana), sino también en UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), y ha presidido la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que es el organismo regional con el que se entiende la Unión Europea" (20).

Mientras, siete expresos "disidentes" cubanos –siete- protestaban por este viaje ante la sede en Madrid del Partido Popular, al que acusaban de haberlos manipulado "para que nos peleáramos –palabras textuales- con el gobierno anterior (del PSOE)" (21). La fotografía de estas siete personas no solo refleja el poder de convocatoria de este supuesto "exilio opositor" cubano. También ilustra a la perfección el "cambio de las circunstancias" en la geopolítica española en relación a Cuba.

VER VÍDEO cuyo guión es este texto e inserta tus comentarios

Notas:

(1) http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1729523

(2) http://www.20minutos.es/noticia/2307292/0/cuba/margallo/reformas-economicas/ 

(3) http://www.europapress.es/nacional/noticia-pp-ve-propio-dictador-planton-castro-margallo-no-cree-importante-no-haya-visto-disidencia-20141126135447.html 

(4) http://www.abc.es/espana/20141125/abci-margallo-cuba-presos-201411252247.html 

(5) http://www.antena3.com/videos-online/noticias/mundo/garcia-margallo-abandona-cuna-entrevistarse-raul-castro_2014112600021.html 

(6) http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/8011544/espana/margallo-aboga-por-una-transicion-democratica-de-la-ley-a-la-ley-en-cuba#.Ttt1EA3aGpRNMQZ 

(7) http://politica.elpais.com/politica/2014/11/25/actualidad/1416943298_171803.html 

(8) http://www.abc.es/espana/20141124/abci-margallo-respalda-cuba-empresas-201411242028.html 

(9) http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/margallo-elogia-cuba-logros-valores-transicion-espanola/2873957/ 

(10) http://madridpress.com/not/181099/margallo_aboga_por_una_transicion_democratica_en_cuba/ 

(11) http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/margallo-elogia-cuba-logros-valores-transicion-espanola/2873957/ 

(12) http://www.antena3.com/noticias/mundo/garcia-margallo-llega-habana-pasar-revista-relaciones-bilaterales_2014112400021.html 

(13) http://www.elmundo.es/espana/2014/11/25/5474efcb268e3e0e5a8b4580.html 

(14) http://politica.elpais.com/politica/2014/11/25/actualidad/1416943298_171803.html 

(15) https://www.youtube.com/watch?v=EELMnF9mUmo 

(16) http://www.elcorreo.com/bizkaia/politica/201411/26/margallo-pide-cuba-deje-20141125225310-rc.html 

(17) http://laverdad24.com/post.aspx?id=126125 

(18) http://www.antena3.com/noticias/mundo/garcia-margallo-defiende-valores-transicion-visita-cuba_2014112500021.html 

(19) http://www.elmundo.es/espana/2014/11/23/5470ec1822601d0b488b4579.html 

(20) http://www.ondacero.es/herrera-en-la-onda/entrevistas/jose-manuel-garciamargallo-hay-mas-solucion-que-existencia-israel-palestina-como-dos-estados_2014112000042.html 

(21) http://www.europapress.es/nacional/noticia-cuba-democracia-ya-denuncia-traicion-gobierno-pp-visita-margallo-isla-20141124125156.html

Fuente: www.cubainformacion.tv/index.php/lecciones-de-manipulacion/59862-ipor-que-raul-castro-no-recibio-al-ministro-espanol-garcia-margallo-mas-alla-de-la-propaganda-mediatica-del-regimen-espanol

La triste historia del transporte cubano

Existen en Cuba pocos sectores que hayan acumulado tanta ineficiencia durante tantos años como el transporte de pasajeros. Las cosas ni siquiera funcionaron bien en la época de la abundancia, cuando la ayuda soviética se contaba por miles de millones y el petróleo se
pagaba con azúcar.

Hasta el humor lo refleja. Antes de que Cuba entrara en la crisis de los 90 ya una pancarta mostraba la pintura de una  guagua (bus cubano) abarrotada de escenas del Guernica, el cuadro de Pablo Picasso que representa el caos en un pueblo vasco tras el bombardeo de la aviación nazi.

Hoy pocos creen que ese servicio vaya a mejorar, recientemente un cubano me decía que invertiría todo lo que tiene en un "almendrón", un automóvil estadounidense de los años 50. El taxi "es un negocio al seguro, sin riesgos, porque el transporte del Estado nunca va a mejorar en Cuba", me dijo.

En el 2009 se gastaron 180 millones de dólares en buses y el director de desarrollo provincial, Carlos González, nos aseguró que "es un plan a mediano plazo para, en 2012, satisfacer el 85 por ciento de la demanda, es decir, transportar más de 3,5 millones de pasajeros al día". Fue una de las tantas promesas incumplidas.

Basándonos en la historia  del último medio siglo hay que aceptar que el Ministerio difícilmente pueda organizar bien el transporte ahora si no fue capaz de hacerlo cuando tenían todos los buses "socialistas" que necesitaban y la asesoría francesa, una de las más capacitadas.

En épocas mucho más recientes, se compró cientos de buses en China pero el ministerio solicitó que tuvieran motores Caterpillar, de procedencia norteamericana. Muchos de estos vehículos están parados hoy por falta de piezas de repuesto, debido al Embargo de los EE.UU.
contra Cuba.

Tal decisión le cuesta a Cuba millones de dólares porque los repuestos que se compran por terceros países son más caros y tardan más en llegar. Mientras, el bus está parado en un depósito donde otras piezas se estropean o son "canibaleadas" para venderlas en el mercado negro.

Las autoridades del ramo no han sido capaces tampoco de organizar mínimamente el transporte privado de pasajeros que es verdaderamente caótico. Cientos de vehículos en un lamentable estado técnico con precios fijados por el mercado y con rutas e itinerarios decididos por cada chofer.

En este A Fondo contamos cómo una estudiante universitaria terminó con una herida en la frente de 37 puntos cuando la camioneta en la que viajaba perdió la dirección y se volcó, dando varias vueltas de campana. Podría parecer un accidente pero tal vez pudo evitarse.

Los fallos técnicos en estos automóviles son muy comunes porque pasan la revisión anual pagando por debajo de la mesa para que los inspectores "no vean" los desperfectos. Con unos 20 dólares el automóvil en peor estado pasa el "somatón" como si fuera un 0 km recién salido
del concesionario.

Sin embargo, no quisimos quedarnos solo en la realidad del transporte en La Habana, tan diferente de otras ciudades del país como Cienfuegos o Cárdenas donde mueven más pasajeros los carretones con caballos de trabajadores por cuenta propia que los escasos buses del Estado.

Pero a pesar de su importancia social, los cocheros se quejan de que algunos gobiernos locales los apabullan de normas poco lógicas y los inspectores los persiguen diariamente con sus multas. La situación ya ha provocado huelgas y protestas en Bayamo, Santa Clara, Cárdenas y
Cienfuegos.

El gobierno parece por fin haber reconocido la incapacidad del Ministerio para manejar las empresas de transporte, cooperativizó parte de los taxis y buses e intenta ahora hacer una prueba abriendo una terminal de ómnibus a la inversión extranjera, incluyendo dentro
del paquete la administración de la misma.

En el 2012 un viceministro del transporte nos aseguró que "estamos trabajando en muchas cosas novedosas" pero no adelantó nada porque "la gente no se merece que estemos anunciando cosas que por una razón u otra después no se materialicen". Dos años después podemos confirmar que hizo bien en no anunciar esas mejoras.

Un análisis políticamente correcto

Tomado de El Toque, por Harold Cárdenas Lema

Hay frases que me producen pavor, me ponen los pelos de punta o me hacen saltar como un relámpago y actuar sin pensar demasiado en las consecuencias. Hace unos días me acusaron de no ser políticamente correcto y, aunque el tono era recriminatorio, lo sentí como una medalla en el pecho. Lo "correcto", bajo un criterio que busca aplicar la lógica disciplina militar a la vida civil, a menudo es confundido con la obediencia política. Nada podría hacernos más daño.

En Cuba la semántica no es asunto de poca monta. Todavía estamos rescatando el término "sociedad civil" y denominando "actualización" a una reforma que nos duele demasiado reconocer. La línea divisoria entre el bien y el mal es tan ambigua que queda prácticamente a discreción de quien la interpreta. Es por eso que cuando alguien te critica por políticamente incorrecto debes prestar más atención a quién hace la afirmación que a la acusación misma.

Confieso que, en lo personal, me encanta ser políticamente incorrecto. En los Estados Unidos la derecha siempre utilizó esa frase para criticar las ideas socialistas. Las califican de superficiales y peligrosas, buscando que las personas vieran como elementos inestables la "normalidad" de quienes criticaban el establishment. Los subversivos en la tierra de Lincoln nunca lo han tenido fácil. El legado de Malcom X y de Martin Luther King ha sido manipulado, mientras que John Lennon ni siquiera cuenta con una placa dedicada a su memoria en el edificio Dakota. 90 millas al sur tampoco es fácil.

Las consecuencias de esto llegan hasta nuestros días. Si bien cualquier juicio severo debe tener en cuenta las obligaciones del contexto, justificar en demasía ha sido un deporte muy practicado en esta isla.

Sucede que yo tengo un problema grave de formación. Cuando era chico me enseñaron en la escuela que debía ser como el Che, y éste fue uno de nuestros mayores críticos. En mi adolescencia cometí el error de escuchar mucho a los Beatles e imaginarme demasiado el país que podríamos tener. En mi edad adulta ya he apostado tanto en nuestro futuro como para optar por otras fronteras o hacer lo "correcto". Quizás si me hubieran enseñado lo de "seremos obedientes" todo sería distinto, pero el paradigma que me inculcaron fue el de alguien que cuestionó a la URSS en el momento que más la necesitábamos, que no se detenía en conveniencias o se callaba para no decir lo que se pensaba. Para colmo el argentino era tan asmático como yo en mi infancia. Fue la tormenta perfecta en la formación de un niño.

Siempre me he sentido de izquierdas, pero mi concepto de revolucionario dista mucho de la versión vulgarizada que algunos intentan legitimar. Según este concepto estrecho, entre las características del revolucionario está la de ser políticamente correcto, coincidir 100% con el discurso oficial y no despuntar demasiado. En ocasiones parece que estemos destinados a formar parte de "la masa" y que llamar mucho la atención sobre uno mismo puede ser mal visto. Todas estas son herejías que disfruto practicando con frecuencia.

Julio Antonio Mella se ganó la expulsión de su partido por hacer la huelga de hambre que puso de rodillas a un dictador, Gerardo Machado. Antonio Guiteras fue el ministro más honroso que tuvo la República cubana, haciendo precisamente lo contrario de lo que esperaban de él, cruzando las líneas impuestas. Me cuesta creer que Fidel Castro hubiera sacado a Batista del Palacio Presidencial si hubiera jugado según las reglas.

¿Cuándo la obediencia y la docilidad se convirtieron en sinónimos de revolucionario? En cuanto la dictadura de Fulgencio Batista fue aplastada en rebelión popular, el país comenzó rápidamente a lograr cosas que durante décadas habían parecido imposibles, sin embargo, en el proceso asumimos como nación la idea de que el Estado se encargaría de nuestras necesidades eternamente. La experiencia cubana es muestra de que ningún gobierno es ajeno a peligros tales como la concentración de poder y la burocracia.

No se trata de convertirnos en rebeldes sin causa, sino de tener la dosis suficiente de realidad que nos mantenga a salvo de la lista de dogmas. Esto implica cuotas de responsabilidad muy altas y tener en cuenta siempre que hay fuerzas externas que amenazan la soberanía del país. Si alguien me dice que no soy políticamente correcto, de seguro me elogia, porque en un contexto de tanto dogma y disciplina estéril, quizás una buena dosis de irreverencia sea lo que necesitamos.

EEUU- Cuba: ni sí ni no, sino todo lo contrario

Anthony Blinken, uno de los principales asesores en política exterior de Obama, respondió en el Congreso que " a no ser que Cuba sea capaz de demostrar que está dando pasos significativos, no sé cómo podríamos avanzar", agregando que se refiere a pasos "no solo económicos, sino democráticos".

La pregunta fue formulada por el senador cubanoamericano Marco Rubio, quien le pidió su opinión sobre los rumores de que Obama podría flexibilizar parte del Embargo con medidas ejecutivas. El intercambio se produjo durante la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado para la confirmación de Blinken como número 2 del Departamento de Estado.

Sin embargo, el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama aseguró también que el Presidente Barack Obama "tiene ideas sobre cómo ayudar a impulsar a Cuba" por una senda democrática y que, "si tiene una oportunidad para avanzar en ello, es posible que la aproveche", dejando abierta así la puerta a cambios de políticas.

La audiencia estuvo marcada en gran medida por la presión de los cubanoamericanos, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata de origen cubano Bob Menéndez, exigió que Estados Unidos no acepte que Cuba asista a la Cumbre de las Américas que se celebrará en Panamá en abril de 2015.

La propuesta de Menéndez es puramente retórica porque La Casa Blanca no puede impedir que Cuba asista a la Cumbre de las Américas cuando fue invitada por el país anfitrión, con el respaldo unánime de todos los países de la región, incluso de aquellos que mantienen las mejores relaciones con EEUU, como Colombia o México.

El anticastrismo teme que Obama de pasos de acercamiento con Cuba, algo que viene anunciándose en medios académicos y de prensa. El New York Times ya ha publicado 6 editoriales pidiendo el fin de la política de hostilidad, instaurada en 1961 con el rompimiento de relaciones y reforzada un año después con la promulgación de un Embargo económico que pesa hasta hoy sobre Cuba.

Las anteriores negociaciones chocaron con la exigencia norteamericana de que Cuba rompiera sus lazos con la URSS, sacara sus tropas de África o dejara de apoyar a los movimientos revolucionarios de América Latina. En esta ocasión habrá que ver si la exigencia de pluripartidismo y economía de mercado no se convierte en otro obstáculo insalvable.

Habrá que esperar hasta que el Presidente Barack Obama comience a desarrollar sobre el terreno esas "ideas sobre cómo ayudar a impulsar a Cuba", a las que se refiere su asesor de seguridad. Lo cierto es que nunca antes había habido mejores condiciones nacionales e internacionales para el acercamiento entre las dos naciones.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Una charla en OnCuba con el editorialista del New York Times

Por: Marita Pérez Díaz, On Cuba

Este martes la revista OnCuba recibió en su sede de La Habana al periodista colombiano Ernesto Londoño, miembro del equipo editorial de The New York Times, uno de los diarios de mayor influencia en Estados Unidos.

Durante casi tres horas Londoño dialogó, preguntó y respondió a nuestras inquietudes. El mismo joven detrás de los seis editoriales que publicara recientemente el diario norteamericano sobre la relación Cuba-Estados Unidos, durante seis semanas seguidas, continuará desarrollando el tema, esta vez con un trabajo de investigación que realiza por quince días en la isla.

Londoño preguntó sobre las reformas económicas y cómo es posible sustentar el mismo proyecto de sistema socialista ante los cambios que se realizan en el país, el ideal del periodismo en Cuba y la libertad de expresión, entre otros muchos tópicos. Por nuestra parte, la curiosidad no pudo evitar que editores, comerciales y reporteros nos uniéramos en una especie de entrevista colectiva.

¿Por qué Londoño trata el tema Cuba? ¿Por qué con tanta pasión?

"Alguien escribió un artículo espantoso en Martí Noticias y el primer comentario decía que "Londoño estudió en Miami y seguramente una cubana le partió el corazón". A mí Cuba siempre me interesó desde que era estudiante en la universidad. Evidentemente tuve contacto con el exilio cubano, hice mis prácticas en el Nuevo Herald, escribí un poco en el Miami Herald, estuve en Miami durante la época de Elián González…Y  digamos que siempre tuve ese interés intelectual sobre su futuro y su pasado. Durante los nueve años de mi carrera nunca tuve oportunidad de escribir sobre Cuba ni América Latina. Y cuando comencé en The New York Times les expresé como iniciativa comenzar a tratar este tema. A ellos les encantó esa idea, pues en los últimos años no le han podido dedicar el espacio que merece y confiaron en mí porque al hablar español se me facilita un poco estar al tanto de todo lo que ocurre en América Latina.

"Al principio la idea fue hacer solo un editorial, pero la reacción fue muy interesante y decidimos darle continuidad. Como todos los periódicos, The New York Times tiene interés en expandir sus audiencias y este es uno de los mecanismos para atraer más lectores fuera de Estados Unidos, nos dio una idea de cómo podemos expandirnos en la región publicando esta serie en español e inglés. Pero no es que alguien del gobierno, ni ninguna persona con interés de lobby nos haya puesto el tema. Surgió de forma espontánea, orgánica, y ha generado mucho interés, mucho debate y sentimos que podemos seguir alimentando este proceso".

¿Cuáles han sido sus impresiones de la Cuba que encontró ahora, diez años después de su primera visita?

"Llevo nada más dos días, así que no logro formarme una impresión completa aun. Pero lo que más me ha llamado la atención es que se ven muchos negocios, mucha gente emprendedora y creativa que ha logrado desarrollar proyectos muy importantes a pesar de los desafíos que todavía siguen siendo considerables. Lo otro que me llamó la atención, es que cuando yo vine la otra vez era muy difícil tener conversaciones sobre temas sensibles y que la gente se expresara sobre problemas con el gobierno o sobre el día a día. En ese momento lo percibía. Ahora siento que hay espacios muchos más libres para que la gente se exprese".

¿Por qué una visita a Cuba en este preciso momento?

"El primer editorial dio mucho interés y generó debate y consideramos que ahora hay una confluencia de circunstancias ideal para un acercamiento. Estamos en una posición de ofrecer propuestas, ideas, abordar temas que puedan fomentar un diálogo constructivo, interesante, y puedan poner este tema en un nivel más alto en el radar. Es posible que los líderes políticos de ambos lados se tomen la oportunidad para tomar bases. En el pasado ha habido oportunidades pero no se ha concretado. Creo que no va a ser una relación fácil de la noche a la mañana, va a ser muy compleja. Pero considero que se logra más por vía del diálogo constructivo. Y si lo  que nosotros hacemos ayuda en eso, tratamos de convertirnos en un vehículo para generar logros importantes en ese sentido.

"El periodo desde ahora hasta la Cumbre de las Américas puede ser importante. Sería el primer foro diplomático en el que tendrían contacto líderes estadounidenses y cubanos. Tratamos además de visibilizar puntos donde se puede intercambiar más, para desacelerar el antagonismo que ha caracterizado a las relaciones Cuba-Estados Unidos durante décadas. Al final los que terminan pagando son los cubanos de ambos lados, los de adentro y los del exilio, pues mientras las relaciones estén turbias es más difícil mantener contacto con la isla, con la familia. Yo creo que si pudiéramos generar un ambiente de mayor conexión, pudiéramos crear más oportunidades para todos".

¿Recibe algún tipo de asesoría para abordar el tema?

"He tratado de establecer contacto con todo el mundo en este debate. Por supuesto que en los editoriales no salen explícitamente las entrevistas ni las fuentes, pero llevan un trabajo de investigación y de reporterismo muy profundo. No podemos llegar y opinar solo con nuestras ideas en la mesa editorial. Llegar a Cuba y pedir dos semanas para hacer periodismo es precisamente en busca de eso, salir a la calle, encontrar temas. He tenido oportunidad de reunirme con quien yo quiera. Hasta el momento no ha habido ningún problema al respecto ni implícito ni explícito y espero que así siga".

¿Qué opina de las críticas que ha recibido en diversos medios de comunicación norteamericanos y la disidencia cubana sobre su visita a la isla y al diario Granma?

"Cuando hacemos periodismo de opinión siempre surgen criterios encontrados. Hay que ser respetuosos de las opiniones frente a nuestras propias críticas. Yo creo que lo esperábamos y a mí me parece que es valioso tener un diálogo y contestar a algunos de esos críticos. Generalmente yo lo hago más desde el punto de vista constructivo y en forma respetuosa. Pero es claro que para mucha gente Cuba es un tema arraigado al alma, con opiniones muy fuertes. Yo aprendo de esas críticas, es valioso oírlas, analizarlas. No huir de ellas".

Se habla mucho de cuán importante sería para Cuba normalizar las relaciones con EE.UU., pero para este último también sería una elección inteligente en muchos sentidos, sobre todo si tenemos en cuenta la disminución de su influencia en una Latinoamérica actual más inclinada a la izquierda. ¿Qué pudiera comentar al respecto?

"A nivel geopolítico Estados Unidos está muy aislado. Cualquier conferencia que se dé, cualquier participación política, Cuba es siempre la espinita atravesada, la pregunta que no falta, que genera controversia y discordia. En el momento en que se normalicen las relaciones, Cuba deja de ser el asunto en el que todo el mundo se enfoca. Estados Unidos creo que puede llevar una relación mucho más amistosa con su vecino. Pudiéramos hablar de cooperación económica, científica, cambio climático, cultura. Siempre van a haber diferencias, algo de tensión, pero creo que sacar a Cuba de esa ecuación sería muy importante para la diplomacia estadounidense en el hemisferio. Por otro lugar, creo que somos países vecinos, y deberíamos tener más contactos, conocernos mejor, intercambiar ideas. Nuestro punto es que Estados Unidos no debe diseñar un esquema político acá, como intentó hacer en Afganistán o Iraq. Los resultados históricos cuando Estados Unidos intenta ser un agente de cambio nunca han funcionado.  La influencia mutua sí puede ser positiva".

¿Existe un debate público real con respecto al tema Cuba en Estados Unidos?

"Creo que nosotros hemos elevado un poco el perfil del debate. Pero existen opiniones todavía muy encontradas. La página editorial de The Washingtong Post, donde yo trabajaba antes,  tiene una posición muy rígida con respecto al gobierno cubano, y piensan que no puede haber un acercamiento, ellos lo consideran como concesiones y que primero Cuba debe hacer reformas mucho más democráticas. La prensa de Miami está condicionada por la opinión del exilio, aunque ha habido cambios, pero predomina la influencia de esa generación de cubanos que fue la primera ola migratoria. Pero yo creo que hay académicos, emigrados jóvenes, politólogos, que están hablando sobre el tema y explorando sobre los diferentes ángulos de esta relación tan complicada".

"Ayer vino el ministro español y según El País trae un mensaje de la administración Obama, no tengo detalles todavía, pero sí se están tomando muy en serio la política exterior respecto a Cuba.  Sí creo que hay voluntad política para explorar cambios, en cuanto sea posible, pero no sé hasta qué punto se logre concretar. Ahora mismo el Congreso está dominado por republicanos y hay una relación muy adversaria en estos momentos con la Casa Blanca. Hay otros temas como las reformas migratorias que generan mucha polémica, o las nuevas guerras en Iraq y en Siria, en medio de un proceso complejo que domina la atención de los más altos niveles del país. Pero a pesar de esas otras prioridades, nosotros queremos que se reconozca este momento como oportuno para un acercamiento entre ambos gobiernos".

Con respecto a nuestra revista OnCuba expresó sus mejores deseos de que el proyecto siga creciendo y ganando espacio dentro del periodismo que se hace desde la isla. Y sobre los futuros temas de editoriales sobre las relaciones Cuba-Estados Unidos comentó: "Solo les puedo aconsejar una cosa: sigan leyendo".

La política de EE.UU. hacia Cuba: un incipiente deshielo

Muchos estudiosos del conflicto entre Cuba y Estados Unidos han sido del criterio que un deshielo en las relaciones entre ambos vecinos solo puede ser posible en el segundo mandato de cualquier presidente de la nación norteña. En el reciente libro de Peter Kornbluh y William LeoGrande sobre la historia oculta de las negociaciones entre La Habana y Washington, se cita al propio Fidel Castro diciéndolo así a un grupo de embajadores estadounidenses retirados en 1994, segundo año de Bill Clinton en la Casa Blanca2. Por esas mismas fechas el Partido Republicano obtuvo una victoria arrolladora en las elecciones parciales, como ha sucedido en los comicios del pasado 4 de noviembre.

Se podría añadir que un proceso de deshielo como tal ha sido siempre más probable con un presidente demócrata que con uno republicano. Desde que triunfó la Revolución Cubana, sólo 4 presidentes han sido reelectos: los republicanos Richard Nixon, Ronald Reagan, y George W. Bush, y el demócrata Bill Clinton. Ninguno de los tres primeros hizo el más mínimo esfuerzo por mejorar o normalizar las relaciones con Cuba en sus segundos mandatos. Clinton, quién expresó su desacuerdo con el bloqueo en privado, tuvo un récord ambiguo, en gran medida motivado por circunstancias de su propia hechura. Entre sus gestos positivos hacia la Isla se puede apuntar que firmó los acuerdos migratorios con el gobierno cubano en 1994-1995, promovió la cooperación en el enfrentamiento al contrabando de narcóticos, devolvió el niño Elián González a su padre en el 2000 y a finales de su presidencia aprobó la más amplia flexibilización de los viajes de norteamericanos a Cuba desde James Carter.

La vinculación entre los procesos electorales y la evolución de la política estadounidense hacia Cuba es un hecho que ha sido más que analizado por distintos especialistas. No se trata, como muchos creen, de que el tema sea exclusivamente doméstico o que el lobby o el electorado cubanoamericano sean los que determinan la política hacia Cuba. Ésta fue creada y puesta en práctica por los sectores de poder estadounidenses en la década de 1960 cuando la Florida no tenía la importancia electoral que tiene hoy y los cubanoamericanos eran meros instrumentos de las instituciones que se ocupaban del tema de Cuba: la CIA, el Departamento de Estado y el Pentágono fundamentalmente.

Lo que sucede es que Washington no es un actor racional único y la política exterior en general y en casos particulares son el resultado de las correlaciones de fuerza que existen al interior de la clase dominante y de la élite del poder, de sus presupuestos políticos, de sus preferencias ideológicas y de sus percepciones acerca de sus intereses y cómo materializarlos. Dada la estructura y la dinámica del sistema político estadounidense, los procesos electorales se convierten en los escenarios de lucha entre los distintos sectores para pautar la agenda y elaborar políticas. No se puede perder de vista tampoco que, salvo situaciones excepcionales como la inmediata posterior a los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, desde la década de 1960, la clase política de Washington está dividida y polarizada sin que emerja una facción que pueda imponerle al resto su voluntad.

De ahí que a pesar del reconocimiento tácito mayoritario de que la política hacia Cuba ha fracasado y debe cambiarse, ésta sigue tal cual e, incluso, se ha convertido en la posición oficial del Estado norteño mediante las Enmiendas Torricelli y Helms-Burton adoptadas por el Congreso en 1992 y 1996, cercenando de esa manera la facultad del Presidente en la materia. Vale recordar que ambos años fueron años electorales.

La esencia del conflicto reside en la contradicción entre la voluntad soberana de la nación cubana de conducir sus asuntos sin ingerencia externas, que tanto perjuicio tuvieron en el pasado, y la obstinación hegemónica sobre la Isla que aún prevalece al interior de la clase dominante pero que tuvo sus orígenes en la "doctrina de la fruta madura", elaborada por John Quincy Adams en 1823. Esto es lo que el Profesor Lou Pérez ha llamado un "síndrome obsesivo compulsivo".

En el largo plazo, el Estado norteamericano tendrá que renunciar en algún momento a este "síndrome de la fruta madura" e iniciar con el cubano un proceso que lleve a relaciones más civilizadas de interés para ambas naciones. Esta responsabilidad política depende en un final del propio Primer Mandatario estadounidense. Si alguien está en condiciones de hacerlo ese es el Presidente Barack Obama, quien en el pasado ha dado muestras de entender la necesidad del cambio. En el 2004, cuando aún era Senador, se manifestó en contra del llamado "embargo"; durante la campaña electoral del 2008 afirmó que estaría dispuesto a sentarse y conversar con cualquier adversario, incluyendo al presidente cubano; en el 2009 en la Cumbre de las Américas de Trinidad Tobago abogó por "un nuevo comienzo"; y en el 2013 se pronunció por la "actualización" inteligente y creativa de la política hacia Cuba, nada más y nada menos que en la propia ciudad de Miami, al tiempo que hacía algo que ningún otro primer mandatario había hecho hasta el momento, darle la mano al Presidente Raúl Castro durante las exequias de Nelson Mandela.

Vale señalar que el actual mandatario fue electo en el 2008 y reelecto en el 2012, ganando en ambos casos el estado de la Florida, aún cuando mantuvo una posición hacia Cuba considerablemente menos agresiva que las de sus contrincantes, John McCain y Mitt Romney. Ello permite afirmar que echó por tierra un mito de la política interna norteamericana: para ganar una elección presidencial hay que adoptar la posición mas dura posible en el tema cubano para así asegurar la victoria en el estado de la Florida. Este mito se hizo tristemente célebre en el 2000, cuando los cubanoamericanos fueron decisivos en la dudosa derrota de Al Gore por 517 votos en ese estado, lo cual le dio a George W. Bush la "victoria" en la más controversial elección de la historia moderna de ese país.

Sin embargo, como en tantos otros temas, el Presidente Obama ha decepcionado por su paradójica tendencia a pronunciar grandilocuentes discursos en los que se presenta como el líder transformador por el cual muchos norteamericanos votaron en el 2008 y en el 2012, y que el mundo aplaudió, para después mostrar debilidades a la hora de implementar políticas que se correspondan con sus grandiosas metas.

Bajo la administración Obama, el Gobierno de Estados Unidos ha iniciado un dificultoso y paulatino proceso de rediseño de la política hacia Cuba que comenzó cuando se revirtieron las medidas punitivas que George W. Bush impuso en el 2003 a aquellos cubanoamericanos interesados en mantener una relación normal con su Patria y descontinuó, de hecho, dos grotescas iniciativas implantadas por su predecesor que obedecían a las apetencias de los sectores más retrógrados de la clase dominante y de la derecha cubanoamericana: la creación, dentro del Departamento de Estado de una Comisión para una Cuba Libre y del cargo de Coordinador de la Transición Cubana. Obama ha reducido el nivel de la retórica anticubana. Adicionalmente, adoptó una política de flexibilización de los contactos "pueblo a pueblo", si bien las justificó como instrumentos para lograr el mismo viejo propósito: un cambio de régimen en Cuba. Finalmente, ha reanudado las conversaciones migratorias y ha iniciado negociaciones sobre problemas técnicos como el restablecimiento del servicio postal regular entre ambos países.

De hecho, bajo Obama la política sigue siendo virtualmente la misma en sus propósitos e instrumentos. Se destacan, entre otros, la continuación de las sanciones económicas, comerciales y financieras unilaterales e ilegales que Cuba y las Naciones Unidas califican de bloqueo y Estados Unidos de embargo; el mantenimiento de la Isla en la lista de estados promotores del terrorismo, lo que trae por consecuencia que se apliquen sanciones adicionales, sumamente perjudiciales; los inefectivos y patéticos esfuerzos por aislar a la Habana diplomáticamente; las políticas subversivas canalizadas a través de la USAID; y una retórica oficial que descalifica la legitimidad del gobierno cubano, a contrapelo de la opinión unánime de la comunidad internacional.

La posición de Cuba ante el tema ha quedado claramente expuesta por el Presidente Raúl Castro a finales del año pasado:

"Si en los últimos tiempos hemos sido capaces de sostener algunos intercambios sobre temas de beneficio mutuo entre Cuba y los Estados Unidos, consideramos que podemos resolver otros asuntos de interés y establecer una relación civilizada entre ambos países como desea nuestro pueblo y la amplia mayoría de los ciudadanos estadounidenses y la emigración cubana.

"En lo que a nosotros respecta, hemos expresado en múltiples ocasiones la disposición para sostener con Estados Unidos un diálogo respetuoso, en igualdad y sin comprometer la independencia, soberanía y autodeterminación de la nación. No reclamamos a Estados Unidos que cambie su sistema político y social ni aceptamos negociar el nuestro. Si realmente deseamos avanzar en las relaciones bilaterales, tendremos que aprender a respetar mutuamente nuestras diferencias y acostumbrarnos a convivir pacíficamente con ellas. Solo así; de lo contrario, estamos dispuestos a soportar otros 55 años en la misma situación."2

Si nos guiásemos por una serie de manifestaciones públicas recientes del propio Presidente, del Secretario de Estado John Kerry y de la Embajadora en Naciones Unidas, Samantha Power, sobre todo las de estos últimos en relación con la cooperación cubano-norteamericana en la lucha por erradicar el ébola en África Occidental, nos podríamos encontrar ante los umbrales de lo que pudiera eventualmente convertirse en un proceso hacia la normalización de relaciones. Pero no deben minimizarse los grandes obstáculos en el camino, entre los que habría que apuntar la necesidad de un cambio de mentalidad y de propósitos con respecto a Cuba como ha sugerido The New York Times en una serie de 6 editoriales que se han publicado hasta el día de hoy a partir de fines de octubre. Estos editoriales demuestran hasta qué punto ha crecido al interior de la clase dominante y de la elite del poder una visión distinta sobre las relaciones con Cuba que permiten abrigar la esperanza de que podríamos estar en vísperas del fin del "síndrome de la fruta madura".

Los editoriales de The New York Times y la abierta cooperación cubano-norteamericana en la lucha por contrarrestar la epidemia de ébola en África no son los únicos síntomas de que puede haber comenzado el deshielo. Hay otros elementos y variables a considerar.

Uno de ellos es la evolución más reciente del sistema internacional. Por un lado, Estados Unidos no está viviendo uno de sus mejores momentos. Sigue siendo la primera potencia mundial pero su influencia está disminuida. Han surgido importantes competidores en varios campos como China y Rusia, y algunos aliados muestran crecientes síntomas de autonomía. Barack Obama necesita éxitos en su política exterior que contrapesen la imagen internacional de Washington, como lo hizo recientemente en China con la firma de un acuerdo sobre el cambio climático. Ese precisamente es el argumento inicial del primer editorial de The New York Times del 12 de octubre pasado. Si se tiene en cuenta que hay la creciente convicción de que será inevitable la presencia del presidente cubano en la Cumbre de las Américas de Panamá en abril del 2015, quizás el Presidente y sus asesores lleguen a la conclusión de que es mejor hacer de la necesidad una virtud y no limitarse a saludar a Raúl Castro, como lo hizo el año pasado en Johannesburgo, sino a dar algún paso más, sobre todo porque los medios se encargarán de darle a este encuentro una gran visibilidad. En todo caso, sentarse en la misma mesa de negociaciones con Cuba rompería un presupuesto básico de la política norteamericana, la supuesta ilegitimidad del gobierno de la Habana.

Desde el punto de vista interno, las elecciones parciales del 4 de noviembre, con todo y lo perjudiciales que fueron para el Presidente y su partido, no cambiaron mucho el panorama de los distintos sectores que tienen interés en la política hacia Cuba. Los partidarios de mantener la política actual no obtuvieron ningún éxito relevante. Sustituir a Joe García, el congresista demócrata cubanoamericano, por el republicano Carlos Curbelo no fue resultado de que aquél tuviera una posición muy distinta a la de su predecesor, David Rivera, en el tema. Más bien pudiera argumentarse lo contrario, lo perjudicó no saber distanciarse de ellas. Sin embargo, Charlie Crist, quien sí se manifestó claramente contra las sanciones económicas, a pesar de que perdió la elección frente a Rick Scott, tuvo un resultado electoral mucho más decoroso y ganó condados como el de Miami-Dade, donde existe un alto porcentaje de votos cubanos. Otro elemento importante de este ciclo electoral es que la probable candidata a la Presidencia por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, quien hizo campaña a favor de sus correligionarios, también se manifestó abiertamente por un cambio en la política hacia Cuba.

Finalmente, la pérdida del control del Senado por los demócratas significa que su Comité de Relaciones Exteriores no estará ya encabezado por el cubanoamericano Bob Menéndez, quién desde su influyente posición tuvo una actitud obstruccionista a las pocas iniciativas de cambio del Primer Mandatario. Su posible sustituto, el Senador republicano por Tennessee, Bob Corker, no tiene el celo ideológico de Menéndez y se inscribe en el sector moderado de su partido. Ciertamente podría ser más fácil para la Administración trabajar con Corker en temas cubanos que con Menéndez. Esto no quiere decir que Menéndez, junto a Marco Rubio y John McCain, por ejemplo, dejarán de criticar cualquier cambio. Pero los funcionarios del Departamento del Estado involucrados en una posible mejoría de las relaciones con Cuba podrán respirar con más calma ante la posibilidad de una batalla por su nominación a algún cargo de responsabilidad.

La larga agenda de problemas pendientes en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos puede dividirse en dos grandes categorías: los que está en manos del presidente resolver sin la participación del congreso y tienen un carácter inmediato porque su persistencia los convierte en obstáculos significativos; y los que conllevarían un proceso más o menos largo de negociación a dos niveles, al interior de la clase política norteamericana y entre el gobierno cubano y el estadounidense, verbigracia, el levantamiento de las sanciones económicas y el establecimiento de relaciones diplomáticas normales. Sería muy difícil para el Presidente Obama acometer esta última agenda en el poco tiempo que le queda, aunque los editoriales de The New York Times y las propias declaraciones públicas de Hillary Clinton las han puesto sobre la mesa

Quizás la administración se sienta en condiciones de acometer la agenda más inmediata que consistirían en: la asistencia y encuentro de ambos presidentes en la Cumbre de las Américas de Panamá, asunto que parece ya resuelto; la eliminación de Cuba de la lista de estados promotores del terrorismo; la continúa flexibilización de los viajes de ciudadanos norteamericanos a Cuba; y la liberación mutua por motivos humanitarios de Alan Gross y los 3 agentes anti terroristas cubanos condenados a injustas penas de larga duración en los Estados Unidos, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero.

La presencia de Raúl Castro en Panamá no se limitaría sólo a una participación simbólica. De hecho, ello significaría la entrada de Cuba, por primera vez, en un proceso diplomático en el que se debaten y negocian intereses comunes con Estados Unidos en áreas en las cuales ya ambos países colaboran bilateralmente, como es el de la lucha contra el tráfico de estupefacientes, pero también en áreas en que aún no lo hacen. La diplomacia cubana, de cuya solvencia caben pocas dudas, se haría presente en un futuro en los procesos preparatorios de las futuras cumbres, con todo lo que ello significa. Recuérdese que La Habana puso como condición que su participación fuera en pie de igualdad y sin condicionamientos. Ello implica derechos pero también responsabilidades con el futuro de este proyecto.

La anulación de la clasificación de Cuba como estado promotor del terrorismo es probablemente la más viable y conveniente medida que puede adoptar el Presidente antes de la Cumbre pues no cabría duda de que sería un gesto de justicia hacia la Habana y traería por consecuencia la eliminación de ciertas sanciones que han sido muy perjudiciales incluso para el funcionamiento de las relaciones bilaterales. Al igual que el presidente actuó unas semanas antes de la Cumbre del 2009 en Trinidad Tobago adoptando las medidas anunciadas hacia Cuba, no sería descartable un paso similar antes de la de Panamá, lo que no sería sólo un gesto hacia el gobierno de la Habana sino hacia los gobiernos de la región, incluido Canadá. Tendría la virtud de que otros Presidentes no se vieran obligados a tocar el tema, entre ellos el de Colombia, quien ya ha expresado su desacuerdo con esa medida.

La flexibilización de los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba ha sido una de las medidas más importantes que la administración Obama ha tomado. Tiene la virtud de que puede ser defendida en términos de que se trata de un derecho constitucional. Aunque el Presidente y sus asesores han insistido en que su propósito es el de "fomentar la democracia y la autonomía ciudadana" en Cuba, lo cierto es que contribuye a socavar la demonización de que siempre ha sido objeto la Isla y su gobierno. Es previsible que esa flexibilización continuará, a pesar de que seguirá siendo objeto de la crítica de sus adversarios.

Finalmente, en lo que a la agenda a corto plazo respecta, ambas partes podrían negociar una medida humanitaria de confianza mutua para quitar de la mesa dos casos de ciudadanos de sus respectivos países que fueron detenidos, juzgados y condenados en el otro por actividades consideradas ilegales en sus respectivas legislaciones. Ambos son casos sumamente sensibles para ambas sociedades pero entorpecen avanzar en otros temas de la agenda. Conviene al interés de ambos gobiernos darle una pronta solución a los mismos en un espíritu humanitario.

Aunque una vez más podríamos estar ante un falso comienzo de un proceso de normalización, un síntoma de que esta vez el gobierno de los Estados Unidos está realmente interesado en iniciar el deshielo de las relaciones puede ser la reciente designación de un experimentado diplomático, conocedor de Cuba, para encabezar su representación en la Habana, el Embajador Jeff Delaurentis. Una de las lecciones que LeoGrande y Kornbluh derivan de su exhaustivo estudio de las negociaciones secretas entre La Habana y Washington es la importancia de no equivocarse en las percepciones mutuas. El Canciller de la Dignidad, Raúl Roa García, definió alguna vez que entre las características de un buen diplomático está el "diestro manejo de la táctica, el tacto y el contacto". Por lo general, el gobierno cubano ha puesto a cargo de las negociaciones con Estados Unidos a sus mejores diplomáticos, personas con un gran conocimiento de nuestro vecino del Norte. Ese no siempre ha sido el caso con Estados Unidos, que en ocasiones hasta ha enviado a Cuba como Jefe de la Sección de Intereses a personas únicamente interesadas en provocar un rompimiento de las escasas relaciones existentes, como fue el caso del tristemente célebre James Cason.

Esta tendencia parece haberse revertido con Delaurentis, quien ya ha estado en Cuba en misión permanente en dos ocasiones anteriores, a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990 y más recientemente a principios de siglo. A esa experiencia cubana in situ, suma el haber trabajado el tema cubano desde el Consejo de Seguridad Nacional en Washington a mediados de la década de 1990. En tal condición, participó en algunas negociaciones muy sensitivas narradas por LeoGrande y Kornbluh, las referidas al mensaje que el Presidente Fidel Castro envió al Presidente Bill Clinton a través de Gabriel García Márquez en mayo de 1998, proponiéndole una colaboración en el terreno de la lucha anti-terrorista. El último cargo de Delaurentis antes de venir a la Habana fue el de Delegado Alterno de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas, cargo en el cual actuó bajo la supervisión de las Embajadoras Susan Rice (actual Asesora Nacional de Seguridad del Presidente Obama) y Samantha Power (una de las personas más influyentes en el manejo de la política exterior norteamericana).

La existencia de un proceso de deshielo, aún incipiente, en las relaciones cubano-estadounidenses representa un importante desafío para Cuba, para su gobierno y para sus ciudadanos. Resulta de capital importancia no dar señales equivocadas. La política de Estados Unidos hacia Cuba ha partido por lo general de cuál es la percepción que existe en la clase dirigente, la elite del poder y sus instituciones acerca de Cuba y la capacidad de supervivencia de su gobierno. Esta percepción no es unívoca. Siempre ha sido objeto de importantes debates. Si se ha llegado hasta este punto es porque la diplomacia cubana no ha dejado de enviar dos señales inequívocas. Por un lado la disposición de reconstruir el puente roto y de rediseñar la relaciones sobre bases de respeto mutuo. Por otro, demostrar en las palabras y los hechos la disposición a resistir. Pero también se debe tener en cuenta lo dicho por Raúl Castro en última sesión del año pasado de la Asamblea Nacional cuando afirmó: "Si realmente deseamos avanzar en las relaciones bilaterales, tendremos que aprender a respetar mutuamente nuestras diferencias y acostumbrarnos a convivir pacíficamente con ellas."

 Notas:

1 William M. LeoGrande y Peter Kornbluh, Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations between Washington and Havana, Chapel Hill, The University of North Carolina Press, 2014, pág. 397.

2 Versión oficial del discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz en la clausura del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 21 de diciembre de 2013, "Año del 55 de la Revolución", en http://www.cubadebate.cu/noticias/2013/12/21/presidente-raul-castro-comparece-en-asamblea-nacional-del-poder-popular-fotos/.

Margallo: Descentralización redundará en prosperidad para Cuba

El futuro y eventual eliminación de la doble moneda constituye un tema de interés para los más de 200 empresarios españoles que han puesto su capital en Cuba.

"España desearía un ritmo más rápido en las reformas económicas iniciadas en Cuba, que den un margen mayor a la iniciativa privada y a la inversión extranjera. España desea también que se avance hacia la unificación monetaria y que se avance hacia una descentralización en la toma de decisiones", declaró José Manuel García-Margallo, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de España en una conferencia de prensa al final de una visita oficial de dos días a la nación caribeña.

Margallo abrió su estancia en La Habana escuchando las inquietudes de la Asociación de Empresarios Españoles de Cuba (AEEC), con cuyos miembros sostuvo un desayuno de trabajo a puertas cerradas.

Xulio Fontecha, presidente de esa organización, describió a Margallo "la necesidad de la unificación monetaria y de apoyar la incipiente iniciativa privada en Cuba", especificó la agencia de noticias española EFE.

La eliminación de la dualidad de los pesos cubanos es un proceso en marcha a través de un cronograma, pero sin fechas conocidas. El actual escenario monetario cubano complica la contabilidad y dificulta las exportaciones de las producciones nacionales, en una economía donde las empresas operan con una tasa de cambio diferente a la usada por los consumidores y trabajadores por cuenta propia del país.

El sector hotelero, en el que los españoles tienen una fuerte presencia, compra productos agrícolas con un mecanismo especial que les permite cambiar un peso convertible (CUC) por diez pesos cubanos (CUP, la llamada moneda nacional).

Fontecha comentó que "España está en un momento con grandes posibilidades en Cuba al amparo de la nueva legislación, de la nueva apertura económica. Y por eso la visita del ministro es especialmente estratégica".

El presidente de AECC aprovechó la visita de Margallo para sugerir posibles inversiones. "Necesitamos que empresas españolas fuertes en el sector de la construcción de polígonos industriales vengan y hagan el trabajo previo para que nosotros podamos montar nuestros negocios. Eso es lo que está faltando para que más empresas nos entusiasmemos con el tema de Mariel", expresó.

El jefe diplomático español fue recibido por el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel y por su par cubano, Bruno Rodríguez; así como por un vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas y por el titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

También solicitó a las autoridades cubanas permiso para ampliar sus oficinas consulares e, incluso, abrir una en la provincia de Santiago de Cuba. Elogió el papel de Cuba en la lucha contra el virus del Ébola y resaltó su activa presencia en la política exterior del Hemisferio Occidental. "Cuba juega un papel esencial en la comunidad iberoamericana de naciones", afirmó.

Margallo: Descentralización redundará en prosperidad para Cuba

El futuro y eventual eliminación de la doble moneda constituye un tema de interés para los más de 200 empresarios españoles que han puesto su capital en Cuba.

"España desearía un ritmo más rápido en las reformas económicas iniciadas en Cuba, que den un margen mayor a la iniciativa privada y a la inversión extranjera. España desea también que se avance hacia la unificación monetaria y que se avance hacia una descentralización en la toma de decisiones", declaró José Manuel García-Margallo, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de España en una conferencia de prensa al final de una visita oficial de dos días a la nación caribeña.

Margallo abrió su estancia en La Habana escuchando las inquietudes de la Asociación de Empresarios Españoles de Cuba (AEEC), con cuyos miembros sostuvo un desayuno de trabajo a puertas cerradas.

Xulio Fontecha, presidente de esa organización, describió a Margallo "la necesidad de la unificación monetaria y de apoyar la incipiente iniciativa privada en Cuba", especificó la agencia de noticias española EFE.

La eliminación de la dualidad de los pesos cubanos es un proceso en marcha a través de un cronograma, pero sin fechas conocidas. El actual escenario monetario cubano complica la contabilidad y dificulta las exportaciones de las producciones nacionales, en una economía donde las empresas operan con una tasa de cambio diferente a la usada por los consumidores y trabajadores por cuenta propia del país.

El sector hotelero, en el que los españoles tienen una fuerte presencia, compra productos agrícolas con un mecanismo especial que les permite cambiar un peso convertible (CUC) por diez pesos cubanos (CUP, la llamada moneda nacional).

Fontecha comentó que "España está en un momento con grandes posibilidades en Cuba al amparo de la nueva legislación, de la nueva apertura económica. Y por eso la visita del ministro es especialmente estratégica".

El presidente de AECC aprovechó la visita de Margallo para sugerir posibles inversiones. "Necesitamos que empresas españolas fuertes en el sector de la construcción de polígonos industriales vengan y hagan el trabajo previo para que nosotros podamos montar nuestros negocios. Eso es lo que está faltando para que más empresas nos entusiasmemos con el tema de Mariel", expresó.

El jefe diplomático español fue recibido por el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel y por su par cubano, Bruno Rodríguez; así como por un vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas y por el titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

También solicitó a las autoridades cubanas permiso para ampliar sus oficinas consulares e, incluso, abrir una en la provincia de Santiago de Cuba. Elogió el papel de Cuba en la lucha contra el virus del Ébola y resaltó su activa presencia en la política exterior del Hemisferio Occidental. "Cuba juega un papel esencial en la comunidad iberoamericana de naciones", afirmó.

Pan, cebolla, cine y participación

Por: Oniel Díaz Castellano

Ayer en la noche tuve la oportunidad de asistir a la premier en el cine Chaplin de la película Contigo Pan y Cebolla del cineasta cubano Juan Carlos Cremata. Y ocurrió algo que, confieso, me atrapó mucho más que la película (la cual aplaudo, confirmó una vez más la talla extra de los actores Alina Rodríguez, Enrique Molina y que este director tiene una habilidad especial para llevar a la gran pantalla obras teatrales).

Cremata, como es habitual en sus premier, le puso un toque distintivo… recuerdo su entrada vestido de pionero cuando se presentó en esa misma sala Viva Cuba. En esta ocasión, desfiló hasta el escenario frente a todos con un cartel que rezaba VIVA EL CINE LIBRE. Acto seguido, utilizó el micrófono para hablar ante todos, Ministro de Cultura y funcionarios del ICAIC incluidos en el público, sobre la lucha que han entablado nuestros cineastas desde hace un tiempo por lograr una Ley de Cine que ofrezca una marco legal adecuado a los tiempos que corren y permita a los nuevos actores que existen gozar del amparo de la legalidad para darle cauce a su creatividad. "Habrá quien diga que este no es el momento ni el lugar adecuado" Algo así dijo, antes de agregar que ya había oído muchas veces ese parlamento.

No soy cineasta, apenas un amante empírico con escasos conocimientos teóricos. Pienso que leyes nuevas necesitamos en ámbitos que apremian con mayor urgencia que el cinematográfico. Pero eso no desmerece en un ápice este reclamo y simpatizo con el mismo. En primer lugar, porque en el trasfondo está uno de los dilemas de estos tiempos: o liberamos la iniciativa de las personas en todas las esferas de la vida nacional rompiendo con el inmovilismo o el país no avanzará. Participación, implicación, protagonismo, y sobre todo en la Política, donde es necesario nuevas manera de hacer desde la individualidad/colectividad. Sin esto, no habrá éxitos en las reformas económicas, ni triunfos sociales, ni cambio de realidades.

Y en segundo lugar, porque veo en ese gremio pujanza, decisión y determinación para luchar por lo que consideran justo. Y eso me inspira, es algo que nos hace mucha falta: ACTIVISMO. Demostró Cremata ayer, al hacer justamente lo contrario, que sabe de memoria uno de los parlamentos de su película NADA…"Nadie cambia nunca nada".

Es hora de asumir, porque lo sabemos de la historia de este país, que nada cambiará hasta que no luchemos por hacer que las cosas sucedan. Que hablar en pasillos y asentir cuando hay que negar (o viceversa) es perpetuar el conformismo. Todo momento y lugar es adecuado para comenzar a hacerlo. Cierto es que implica riesgos, y hasta los prácticos que a todo ideal oponen razones para matarlos de realidad nos dirán que no vale la pena. Pero nunca comienza a estar más cerca una transformación que cuando se levanta la mano o se tira una palabra al aire para darle cauce a un sueño.

Decemer Bueno pide perdon a Miami

Tomado de Diario de Cuba, por Agencias

El cantautor cubano Descemer Bueno, ganador de tres Grammy Latino con el megaéxito "Bailando", pidió perdón a la comunidad cubanoamericana de Miami que lo ha criticado por unas declaraciones en contra del embargo de Estados Unidos a Cuba, informa Notimex.

"Quiero pedir disculpas de todo corazón a toda la comunidad cubanoamericana aquí en Miami… nosotros los músicos no deberíamos hablar de política", dijo el músico en una entrevista emitida este martes por el canal 23 local WLTV (Univisión).

Bueno, de 40 años, dijo en septiembre pasado al canal gubernamental Russia Today que el embargo "más que política es un capricho" y que si no hubiera existido él "podía haber ayudado mucho más" a su familia y "a mucha más gente".

Pese al embargo, desde el 2009 el Gobierno del presidente Barack Obama permite los envíos ilimitados de remesas a la Isla, que sumaron casi 3.000 millones de dólares en 2013.

En la entrevista con el medio ruso, Bueno responsabilizó además a Estados Unidos de que su familia no pudiera tomar "ni un jugo en casa", porque no había con qué hacerlo.

"Creo que cometí el error de no documentarme bien, y básicamente he tenido el valor de aceptar todas las críticas que se me han hecho. Yo lo que sé hacer es música y a través de mis canciones creo que les he dado alegría, una vez más les pido mil perdones", insistió en la entrevista con el canal de Miami.

Cuando se le cuestionó si apoya o no el embargo de Estados Unidos a Cuba, dijo que la medida "no ha sido la mejor de las herramientas para promover el cambio de la Isla". Bueno vive en Estados Unidos y es residente desde 2000.

La semana pasada, en Las Vegas, junto al español Enrique Iglesias y los cubanos Gente de Zona, Bueno arrasó con el Grammy Latino con el tema "Bailando", que logró premio en las categorías Canción del Año, Mejor Canción Urbana y Mejor Interpretación Urbana.

Yasmani Tomas firmó con Arizona por 68.5 millones.

Tomado de baseballdecuba.com, por Ray Otero

El jardinero cubano Yasmani Tomás Bacallao ha alcanzado un contrato de seis años y $68.5 millones con el elenco Arizona Diamondbacks de la Liga Nacional del béisbol profesional norteamericano, acorde a varias fuentes, y pese a que el propio elenco no ha confirmado la noticia.

El contrato de Tomás, ex-jugador de Industriales en las Series Nacionales de Cuba, incluye una opción de cuatro años y está pendiente de un exámen físico.

El cubano de 24 años (11/14/1990) dejó Cuba seis meses atrás vía Haití, en donde estableció residencia. El joven pelotero en Septiembre de este año fue desbloqueado por el Departamento del Tesoro y declarado a su vez Agente Libre.

Después de varias sesiones de entrenamiento cuando su estatus de Agente Libre entró en efecto, se presentó ante 30 scouts de Grandes Ligas y mantuvo sesiones en privado con elencos como de Atlanta Braves, Los Angeles Dodgers, Seattle Mariners, Boston Red Sox, San Diego Padres, Kansas City Royals, Philadelphia Phillies y San Francisco Giants, antes de tomar una decisión final.

Tomás jugó por cinco temporadas en Cuba, en donde conectó un total de 43 cuadrangulares en 291 juegos y promedió para .289/.345/.506 (Average, Slugging y OBP) con 15 bases robadas en 30 intentos. Resultó campeón con el Industriales de la campaña 2009-2010 (49 Serie Nacional).

El jardinero central y derecho cubano también militó en el elenco nacional cubano que tomó parte en el Clásico Mundial 2013, en donde jugó 6 partidos con average de .375 (16-6), 2 cuadrangulares, 5 impulsadas, slugging de .813 y un OBP de .412.

De confirmarse la firma del cubano, Yasmani Tomás se habría convertido en el cubano con mayor contrato en las Ligas Mayores, detrás de los $68 millones que el Chicago White Sox pagó al inicialista José Dariel Abreu por seis temporadas, poco más de un año atrás, y el logrado por Rusney Castillo con el Boston Red Sox por $72.5 millones pero por 7 campañas.

Efecto Veracruz

Por: Osmany Sánchez (jimmy@umcc.cu) @JimmydeCuba

Dentro de pocos días concluirán los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 y todos esperamos que sea con la victoria de Cuba. Veo las competencias, leo noticias relacionadas con el tema y es fácil predecir que estos juegos tendrán un efecto en nuestro movimiento deportivo. A partir de experiencias anteriores –Clásico Mundial de Beisbol- veo dos escenarios posibles y uno deseado.

Escenario 1: Cuba gana en Veracruz y las autoridades deportivas en Cuba dirán que todo está bien, que seguimos siendo los líderes del área. Nada cambia.

Escenario 2: Cuba pierde en Veracruz, pero las autoridades deportivas en Cuba dirán que el nuestro es un país bloqueado, de sólo 11 millones de habitantes y que México tiene más de 110 millones. A eso le sumarán la elevación del nivel en el área por el aporte de los colaboradores cubanos. Nada cambia, lo importante es que regresaron –los que lo hicieron- con la medalla de la dignidad.

Efecto deseado: Con independencia del resultado, los responsables de dirigir el deporte en Cuba se dan cuenta de que se necesitan hacer cosas diferentes, y tomar decisiones desprejuiciadas relacionadas en el deporte –como se ha hecho en otras áreas- además de escuchar más a la prensa especializada, las Peñas Deportivas e interactuar con el pueblo. Un ejemplo positivo puede ser la participación del director del team Cuba en el programa Deportivamente cuando se hizo el equipo a Veracruz.

Si alguien duda de la importancia de escuchar la opinión de las Peñas Deportivas es porque nunca se ha sentado en las gradas de una instalación deportiva durante una competencia. Una hora allí, escuchando al pueblo en la base, puede ser más fructífera que 20 horas de reuniones y de informes, la mayoría de ellos hechos para complacer a los jefes. Estos lo saben, pero se quedan complacidos porque de esa forma pueden hacer sus propios informes para complacer a los suyos y así hasta llegar al máximo nivel.

Puedo estar equivocado y ojalá así sea, solo deseo no tener que escribir dentro de un año sobre el Efecto Toronto o dentro de dos años sobre el Efecto Río.

Putin: un discurso histórico

Por Atilio A. Boron

Hay discursos que sintetizan una época.  El que pronunciara Winston Churchill en el Westminster College, en Missouri,  en Marzo de 1946 es uno de ellos. Allí popularizó la expresión "cortina de hierro" para caracterizar a la política de la Unión Soviética en Europa y, según algunos historiadores, marcó con esa frase el inicio de la Guerra Fría. Antes, en Abril de 1917, un breve discurso de Lenin al llegar de su exilio suizo a la Estación Finlandia de San Petersburgo anunciaba, ante la sorpresa de su entusiasta audiencia animada por los acordes de La Marsellesa, que la humanidad estaba pariendo una nueva etapa histórica, pronóstico que habría de confirmarse en Octubre con el triunfo de la Revolución Rusa. En Nuestra América, un papel semejante cumplió "La historia me absolverá", el célebre alegato con el que, en 1953, el joven Fidel Castro Ruz se defendió de las acusaciones del dictador cubano Fulgencio Batista por el asalto al Cuartel Moncada.

En esta línea habría que agregar el discurso pronunciado por Vladimir Putin el 24 de Octubre de este año en el marco del XIº Encuentro Internacional de Valdai, una asociación de políticos, intelectuales y gobernantes que anualmente se reúnen para discutir sobre la problemática rusa y, en esta ocasión, la preocupante situación mundial.  [1] Las tres horas insumidas por el discurso de Putin y su amplio intercambio de opiniones con algunas personalidades de la política europea -entre ellos el ex primer ministro de Francia, Dominique de Villepin y el ex canciller de Austria Wolfgang Schuessel- o con académicos de primer nivel, como el gran biógrafo de Keynes, Robert Skidelsky, fue convenientemente ignorado por la prensa dominante. El líder ruso habló claro, sin medias tintas y abandonando de partida el lenguaje diplomático. Es más, al inicio de su discurso recordó la frase de uno de ellos que decía que "los diplomáticos tienen lenguas para no decir la verdad" y que él estaba allí para expresar sus opiniones  de manera franca y dura para, como ocurriera después, confrontarlas con las de sus incisivos interlocutores a quienes también les hizo unas cuantas preguntas . Discurso ignorado, decíamos, porque en él se traza un diagnóstico realista y privado de cualquier eufemismo para denunciar el aparentemente incontenible deterioro del orden mundial y los diferentes grados de responsabilidad que les cabe a los principales actores del sistema. Como de eso no se debe hablar, y como el mundo tiene un líder confiable y eficaz en los Estados Unidos piezas oratorias como las de Putin merecen ser silenciadas sin más trámites. Un breve comentario en el New York Times al día siguiente, con énfasis en algunos pasajes escogidos con escandalosa subjetividad; algunas notas más con las mismas características en el Washington Post y eso fue todo. El eco de ese discurso en América Latina, donde la prensa en todas sus variantes está fuertemente controlada por intereses norteamericanos,  fue inaudible. Por contraposición, cualquier discurso de un ocupante de la Casa Blanca que asegure que su país es una nación "excepcional" o "indispensable", o que difame a líderes o gobiernos que no caen de rodillas ante el mandato estadounidense corre mucha mejor suerte y encuentra amplísima difusión en los medios del "mundo libre".

¿Qué dijo Putin en su intervención? Imposible reseñar en pocas páginas su discurso y las respuestas a los cuestionamientos hechos por los participantes. Pero, con el ánimo de estimular una lectura de ese documento resumiríamos algunas de sus tesis como sigue a continuación. Primero,  ratificó sin pelos en la lengua que el sistema internacional atraviesa una profunda crisis y que contrariamente a relatos autocomplacientes -que en Occidente minimizan los desafíos del momento- la seguridad colectiva está en muy serio peligro y que el mundo se encamina hacia un caos global. Opositores políticos quemados vivos en el sótano del Partido de las Regiones por las hordas neonazis que se apoderaron del gobierno en Ucrania, el derribo del vuelo MH17 de Malasya Airlines por parte de la aviación ucraniana y el Estado Islámico decapitando prisioneros y blandiendo sus cabezas por la Internet son algunos de los síntomas más aberrantes de lo que según un internacionalista norteamericano, Richard N. Haass, es la descomposición del sistema internacional que otros, situados en una postura teórica y política alternativa, como Samir Amin, Immanuel Wallerstein, Chalmers Johnson y Pepe Escobar, prefieren denominar "imperio del caos."  Esta ominosa realidad no se puede ocultar con bellos discursos y con los trucos publicitarios a los cuales son tan afectos Washington y sus aliados. El desafío es gravísimo y sólo podrá ser exitosamente enfrentado mediante la cooperación internacional, sin hegemonismos de ningún tipo.

Segundo, en su exposición Putin aportó un detallado análisis del decadente itinerario transitado desde la posguerra hasta el fin de la Guerra Fría, el surgimiento del fugaz unipolarismo norteamericano y, en su curva descendente después del 11-S,  las tentativas de mantener al actual (des)orden internacional por la fuerza o el chantaje de las sanciones económicas como las aplicadas en contra de Cuba por más de medio siglo, Irak, Irán, Corea del Norte, Siria, Costa de Marfil y ahora Rusia. Un orden que se cae a pedazos y, como lo anunciaba el título del Encuentro, que se debate entre la creación de nuevas reglas o la suicida aceptación de la fuerza bruta como único principio organizador del sistema internacional. De hecho nos hallamos ante un mundo sin reglas o con reglas que existen pero que son pisoteadas por los actores más poderosos del sistema, comenzando por Estados Unidos y sus aliados, que dan por desahuciada a las Naciones Unidas sin proponer nada a cambio.     La Carta de las Naciones Unidas y las decisiones del Consejo de Seguridad son violadas, según Putin, por el autoproclamado líder del mundo libre con la complicidad de sus amigos creando así una peligrosa "anomia legal" que se convierte en campo fértil para el terrorismo, la piratería y las actividades de mercenarios que ora sirven a uno y luego acuden a prestar sus servicios a quien le ofrece la mejor paga. Lo ocurrido con el Estado Islámico es paradigmático en este sentido.

Tercero, Putin recordó que las transiciones en el orden mundial "por regla general fueron acompañadas si no por una guerra global por una cadena de intensos conflictos de carácter local." Si hay algo que se puede rescatar del período de la posguerra fue la voluntad de llegar a acuerdos y de evitar hasta donde fuese posible las confrontaciones armadas. Hubo, por cierto, muchas, pero la temida guerra termonuclear pudo ser evitada en las dos mayores crisis de la Guerra Fría: Berlín en 1961 y la de los misiles soviéticos instalados en Cuba en 1962. Posteriormente hubo importantes acuerdos para limitar el armamento nuclear. Pero esa voluntad negociadora ha desaparecido. Lo que hoy prevalece es una política de acoso, de bullying, favorecida por un  hipertrofiado orgullo nacional con el cual se manipula a la opinión pública que así justifica que el más fuerte –Estados Unidos- atropelle y someta a los más débiles. Si bien no menciona el dato, en el trasfondo de su discurso se perfila con claridad la preocupación por la desorbitada expansión del gasto militar estadounidense que, según los cálculos más rigurosos, supera el billón de dólares (o sea, un millón de millones de dólares) cuando al desintegrarse la Unión Soviética los publicistas del imperio aseguraron urbi et orbi que el gasto militar se reduciría y que los así llamados "dividendos de la paz" se derramarían en programas de ayuda al desarrollo y combate a la pobreza. Nada de eso tuvo lugar.

Cuarto, al declararse a sí mismos como vencedores de la Guerra Fría la dirigencia norteamericana pensó que todo el viejo sistema construido a la salida de la Segunda Guerra Mundial era un oneroso anacronismo. No propuso un "tratado de paz", en donde se establecieran acuerdos y compromisos entre vencedores y vencidos, sino que Washington se comportó como un "nuevo rico" que, embriagado por la desintegración de la Unión Soviética y su acceso a una incontestada primacía mundial, actuó con prepotencia e  imprudencia y cometió un sinfín de disparates.  Ejemplo rotundo: su continuo apoyo a numerosos "combatientes de la libertad" reclutados como arietes para producir el "cambio de régimen" en gobiernos desafectos y que a poco andar se convirtieron en "terroristas" como los que el 11-S sembraron el horror en Estados Unidos o los que hoy devastan a Siria e Irak. Para invisibilizar tan gigantescos errores la Casa Blanca contó con "el control total de los medios de comunicación globales (que) ha permitido hacer pasar lo blanco por negro y lo negro por blanco." Y, en un pasaje de su discurso Putin se pregunta: "¿Puede ser que la excepcionalidad de los Estados Unidos y la forma como ejerce su liderazgo sean realmente una bendición para todos nosotros, y que su continua injerencia en los asuntos de todo el mundo esté trayendo paz, prosperidad, progreso, crecimiento, democracia y simplemente tengamos que relajarnos y gozar? Me permito decir que no."

Quinto, en diversos tramos de su alocución y del intercambio de preguntas y respuestas con los participantes Putin dejó sentado muy claramente que Rusia no se cruzará de brazos ante las amenazas que se ciernen sobre su seguridad nacional. Utilizó para transmitir ese mensaje una elocuente metáfora para referirse, indirectamente, a los planes de la NATO de rodear a Rusia con bases militares y para responder a las inquietudes manifestadas por algunos de los presentes acerca de una eventual expansión imperialista rusa. Dijo que en su país se le tiene gran respeto al oso "amo y señor de la inmensidad de la taiga siberiana, y que para actuar en su territorio ni se molesta en pedirle permiso a nadie. Puedo asegurar que no tiene intenciones de trasladarse hacia otras zonas climáticas porque no se sentiría cómodo en ellas. Pero jamás permitiría que alguien se apropie de su taiga. Creo que esto está claro." Esta observación fue también una respuesta a una caracterización muy extendida en Estados Unidos y Europa que menosprecia a Rusia -y antes a la Unión Soviética- como "un Alto Volta (uno de los países más pobres y atrasados de África) con misiles". Sin dudas que el mensaje fue muy claro y despojado de eufemismos diplomáticos, en línea con su confianza en la fortaleza de Rusia y su capacidad para sobrellevar con patriotismo los mayores sacrificios, como quedó demostrado en la Segunda Guerra Mundial.  Dijo textualmente: "Rusia no se doblegará antes las sanciones, ni será lastimada por ellas, ni la verán llegar a la puerta de alguien para mendigar ayuda. Rusia es un país autosuficiente."
 
En síntesis: se trata de uno de los discursos más importantes sobre el tema pronunciado por un jefe de estado en mucho tiempo y esto por muchas razones. Por su documentado y descarnado realismo en el análisis de la crisis del orden mundial, en donde se nota un exhaustivo conocimiento de la literatura más importante sobre el tema producida  en Estados Unidos y Europa, refutando en los hechos las reiteradas acusaciones acerca del "provincianismo" del líder ruso y su falta de contacto con el pensamiento occidental. Por su valentía al llamar las cosas por su nombre e identificar a los principales responsables de la situación actual. Ejemplo: ¿quién arma, financia y recluta a los mercenarios del EI? ¿Quién compra su petróleo robado de Irak y Siria, y así contribuye a financiar al terrorismo que dicen combatir? Preguntas estas que ni el saber convencional de las ciencias sociales ni los administradores imperiales jamás se las formulan, al menos en público. Y que son fundamentales para entender la naturaleza de la crisis actual y los posibles caminos de salida. Y por las claras advertencias que hizo llegar a quienes piensan que podrán doblegar a Rusia con sanciones o cercos militares, como nos referíamos más arriba. Pero, a diferencia del célebre discurso de Churchill, al no contar con el favor del imperio y su inmenso aparato propagandístico camuflado bajo los ropajes del periodismo el notable discurso de Putin ha pasado desapercibido, por ahora. A cien años del estallido de la Primera Guerra Mundial y a veinticinco de la caída del Muro de Berlín Putin arrojó el guante y propuso un debate y esbozó los lineamientos de lo que podría ser una salida de la crisis. Ha pasado algo más de un mes y la respuesta de los centros dominantes del imperio y su mandarinato ha sido un silencio total. Es que no tienen palabras ni razones, sólo armas. Y van a continuar tensando las cuerdas del sistema internacional hasta que el caos que están sembrando revierta sobre sus propios países. Nuestra América deberá estar preparada para esa contingencia.

[1] Desgraciadamente ese discurso está sólo disponible en ruso y en inglés en el sitio web de la presidencia de Rusia. Una traducción al castellano fue realizada por Iñaki para el blog http://salsarusa.blogspot.com.ar/2014/11/discurso-de-putin-en-valdai.html La versión revisada y corregida de ese primer esfuerzo de traducción, muy meritorio pero con algunos problemas,  se encuentra disponible a continuación de este artículo.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Los asientos de aviones adelgazan


Las figuras delgadas son el último grito de la moda, no en las pasarelas, sino en las pistas de los aeropuertos.

Delta, United, American, Southwest y otras aerolíneas en todo el mundo han instalado asientos con esbeltos marcos metálicos y almohadones ultradelgados, además de estrechar las filas para que quepan más personas en cada vuelo. Tres cuartas partes de la flota de Delta en Estados Unidos y 25% de la de United han instalado los nuevos asientos delgados.

Los asientos livianos —e incluso algunos baños nuevos más angostos— mejoran las finanzas de las aerolíneas que pueden consumir menos combustible por pasajero y vender más boletos por vuelo.

Los pasajeros, no obstante, pueden sentir la diferencia: algunos se quejan por el relleno más duro en los respaldos de los asientos y los problemas para acomodar las rodillas y comparan volar en el asiento nuevo con amontonarse junto a extraños en un banco de plaza repleto de gente.

Reducir la distancia entre un asiento y otro solía ser algo que sólo hacían las aerolíneas de bajo costo y los operadores de vuelos charter. Ahora se está volviendo una práctica más común.

Cada fila de asientos en clase turista solía tener de 81 a 84 centímetros de espacio para un pasajero sentado, medido entre los cabezales de dos asientos contiguos. Pero ahora muchas grandes aerolíneas lo redujeron a 79 centímetros de distancia. United llega a ofrecer apenas 76 centímetros en algunos de sus aviones Boeing BA -0.18% 737.

En el caso de algunas aerolíneas, la situación va a empeorar. Boeing anunció en septiembre el uso de una configuración más compacta de asientos en los 737 llamados 737 MAX 200, que apuntan a las aerolíneas de bajo costo.

La nueva versión MAX 200 será construida con salidas de emergencia adicionales y tendrá capacidad para 200 asientos. La versión actual del mismo avión suele tener 160 asientos y puede llegar hasta un máximo de 189 asientos por motivos de seguridad. La distancia entre asientos en la nueva versión puede llegar a sólo 71 centímetros, según la empresa.

Pero debido al uso de materiales más delgados, los nuevos diseños de asientos "les brindan a los pasajeros más espacio para las piernas que la generación anterior de diseños de asientos" y hace posible tener aviones de alta densidad, afirma una vocera de Boeing.

Los reguladores abordan el espacio entre los asientos en los aviones como un tema de seguridad, no de comodidad. Cuando los aviones son certificados, los fabricantes establecen un límite y deben demostrar que la cantidad máxima de personas puede realizar una evacuación de emergencia dentro de ciertos límites de tiempo.

Eso limita la cercanía de las filas. En Europa, la Agencia Europea de Seguridad Aérea afirma que la distancia desde el asiento al respaldo del asiento de enfrente debe ser de al menos 66 centímetros.

Tener más filas quiere decir que una mayor cantidad de pasajeros compite por un espacio limitado en los compartimentos superiores. Además, un espacio más reducido genera la sensación de una cabina más llena o incluso claustrofóbica.

Algunos pasajeros se quejan de que viajar en clase turista es como estar en una lata de sardinas y prefieren pagar más por tener más espacio para las piernas o incluso para pasar a primera clase.

Una versión reconfigurada del 737-800 de United ofrece 54 asientos en la clase Economy Plus, que son más caros, y 114 en la clase económica o turista. Una configuración más antigua tenía 18 asientos en Economy Plus y 113 en clase económica.

En un vuelo reciente de United desde West Palm Beach, en Florida, a Newark, en Nueva Jersey, el viajero frecuente Steve Landes se movía de forma nerviosa e incluso se preocupó por el virus del ébola cuando el hombre sentado a su lado estornudaba continuamente. "Sentarte más cerca de tu vecino aumenta la amenaza de gérmenes si la persona está resfriada", dice Landes.

Una encuesta de TripAdvisor entre 1.391 viajeros que habían probado los asientos nuevos encontró que 83% consideraba que eran menos cómodos que los tradicionales.

Incluso el senador estadounidense y ex candidato presidencial John McCain se ha quejado, cuando tuiteó en enero durante un vuelo entre Phoenix y Washington: "¿Están tan frustrados como yo porque las aerolíneas siguen juntando cada vez más las filas de asientos?".

United comenzó a instalar los asientos delgados en 2013. Cambios recientes incluyen baños más angostos y una fila adicional de los asientos más delgados. Un avión que comenzó a volar para Continental Airlines con 167 asientos ahora dispone de 179 plazas.

United utiliza asientos de numerosos fabricantes para diferentes clases de aviones, pero uno de los modelos más comunes es el Recaro BL3520, especialmente en clase económica y que es empleado por Lufthansa, LHA.XE +0.08% Alaska y muchas otras aerolíneas. Tres asientos juntos pesan casi 11 kilos por pasajero, es decir 30% menos que modelos tradicionales comparables, dice Recaro, su fabricante.

Encuestas realizadas entre los clientes de United muestran que los asientos delgados obtienen puntajes más bajos, tanto en los aviones de Airbus como en los de Boeing. Pero una vez que el cuero de los asientos se ablanda tras 12 semanas o más, la empresa afirma que el puntaje de satisfacción es básicamente el mismo.

United, Delta y otros operadores sostienen que mejoras en la clase turista como video personalizado y Wi-Fi ayudan a compensar los asientos más estrechos. "Los asientos deben ser cómodos. Pero otros aspectos también son importantes, como el entretenimiento, la apariencia y el servicio", dice Mike Henny, director de experiencia del cliente de Delta, que tiene alrededor de 75% de su flota equipada con asientos delgados.

American, que aún está inmersa en el proceso de implementar su fusión con US Airways, reconoce que está "poniéndose al día" con los asientos delgados. La aerolínea recién comenzó a colocar 160 asientos en sus aviones 737-800, frente a los 150 que tenía antes. La nueva configuración dejará un espacio de 79 centímetros entra cada fila en clase turista.

Los Boeing 777-200 ya se están expandiendo desde 247 asientos hasta 289. Un gran cambio en el 777 es que American está instalando 10 asientos en cada fila, en lugar de nueve. Eso reduce el ancho de cada asiento a 43 centímetros, desde 46 y 47 centímetros. Emirates, Air France, AF.FR +0.22% Air Canada, Air New Zealand AIR.NZ +1.85% y otras aerolíneas han realizado ese cambio; Delta y United hasta ahora se han negado, al considerar que 43 centímetros es demasiado estrecho para viajes internacionales muy largos.

American ha estimado que sumar más asientos a los aviones y ajustar mejor el tamaño del avión para cada viaje generará alrededor de US$600 millones para la aerolínea fusionada para 2015. Asegura que los nuevos asientos cumplirán con los estándares de comodidad. "Si a la gente no le gusta, no lo comprarán", dice un vocero.