BUENOS AIRES—Antes de su misteriosa muerte hace dos semanas, el fiscal argentino Alberto Nisman había redactado el borrador de un pedido de detención de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, bajo cargos de que habían saboteado su investigación sobre un ataque terrorista de 1994 del principal centro judío de esta ciudad.
Por motivos que siguen inciertos, Nisman decidió no pedir su arresto en la denuncia penal de 289 páginas que presentó el mes pasado, en la que atribuía al gobierno el intento de encubrir a Irán de ser investigado por el ataque. Pero hace tan poco como en junio, Nisman había incluido un pedido de su arresto en un borrador de 26 páginas, según un informe publicado por el periódico Clarín el domingo y confirmado por autoridades el martes.
Nisman fue hallado muerto, con una herida de bala en la cabeza, el 18 de enero, un día antes de que concurriera al Congreso a ampliar detalles de su denuncia de 289 páginas.
La solicitud de detención de un presidente en el poder, que habría requerido la aprobación de un juez, habría sido algo sin precedentes en la Argentina moderna. Los fiscales indicaron el martes que era improbable que un juez hubiera aprobado la solicitud.
Los investigadores que trabajaron con Nisman no han hablado en público sobre su muerte y no pudieron ser localizados para ofrecer comentarios sobre el borrador.
Después de negar inicialmente el lunes la existencia del borrador, la fiscal Viviana Fein, principal investigadora de la muerte de Nisman, modificó su postura el martes y confirmó que el borrador había sido hallado en el basurero de Nisman. Agregó que no había recibido presión del gobierno.
"Soy una persona independiente", acotó Fein. "Sé cómo trabajo".
Aun así, Fein dijo que planeaba salir de vacaciones por dos semanas a partir del 18 de febrero.
El reporte del diario Clarín sobre el hallazgo del borrador causó la furia de funcionarios argentinos, quienes acusaron a la empresa de medios de arruinar la reputación del gobierno. El lunes, Jorge Capitanich, jefe de gabinete de la presidenta Fernández de Kirchner, sostuvo una copia del periódico durante una conferencia de prensa y lo rasgó frente a los periodistas.
"Esto es basura pura y sistemática", dijo.
La muerte de Nisman justo antes de su presentación en el Congreso ha llevado a una especulación general de que fue asesinado, aunque una autopsia mostró que se había suicidado con un disparo en la cabeza con un arma calibre .22. Sondeos indican que una gran mayoría de los argentinos creen que los investigadores nunca aclararán exactamente cómo o por qué murió.
Fein no ha descartado ninguna línea de investigación, aunque aceptó los resultados de la autopsia, que determinó que murió en su bañó tras dispararse.
La presidenta Fernández de Kirchner se ha sumado al misterio al decir que está convencida de que Nisman no se suicidó.
Desde la muerte del fiscal, funcionarios del gobierno liderados por la mandataria han dicho que Clarín forma parte de una amplia conspiración en la que participan medios de comunicación, ex agentes de inteligencia y jueces para derrocar el gobierno. El diario ha negado las acusaciones y el lunes dijo que el gobierno había cruzado la línea al romper uno de sus ejemplares.
Capitanich "podría haber cuestionado, rebatido o aún desmentido el contenido de las notas, y ese debate sería válido y legítimo", dijo el diario en un comunicado de respuesta. "Pero el gobierno optó por estigmatizarlos e intentar disciplinarlos con una carga de violencia inédita".
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