Tomado de Havana Times, por DPA
El condado de Miami-Dade, donde se concentra la mayor parte del exilio cubano, pidió esta semana al Congreso de Estados Unidos que revise la ley que concede privilegios de refugiados a los inmigrantes que llegan de la isla.
La votación, unánime, se celebró la noche del miércoles, el mismo día que en La Habana, la delegación de Estados Unidos enviada a Cuba para reanudar las relaciones diplomáticas recordaba que la llamada Ley de Ajuste seguirá vigente.
Miami-Dade no tiene competencia en política exterior, pero su petición gana significado al ser el condado donde vive la mayor comunidad cubana, la gran favorecida por unos privilegios de los que no gozan otras comunidades inmigrantes. Se estima que en el área de Miami vive un millón de cubanos.
La Ley de Ajuste Cubano de 1966 y la llamada normativa de "pies secos, pies mojados", de 1995, permiten a los cubanos que lleguen a suelo norteamericano obtener un permiso de residencia después de un año y un día, pese a haber entrado de forma irregular a Estados Unidos.
"A un nivel micro, personal, creo firmemente que ha ayudado a los individuos cubanos que han venido y han sido capaces de buscar la libertad y trabajar duro por sus familias y tener una vida próspera.
Pero a un nivel macro, creo que ha beneficiado al régimen", dijo el miércoles el diputado Bruno Barreiro, hijo de inmigrantes cubanos que se beneficiaron de la ley y principal promotor de la petición al Congreso.
Barreiro propuso que el Congreso acabe con la ley, pero luego, en el documento final, aceptó enmiendas y lo que se aprobó por unanimidad es el reclamo al Congreso para que revise la ley.
Muchos cubanos se acogen a ella pese a no ser perseguidos políticos, que era para quienes estaba pensada en principio la ley después de que ambos países rompieran relaciones en 1961.
El temor a que desaparezcan esos privilegios por el acercamiento entre ambos países anunciado el 17 de diciembre provocó un aumento del número de balseros que tratan de llegar a las costas de Florida, aseguró el 5 de enero el servicio de guardacostas de Estados Unidos.
El senador republicano y cubanoamericano Marco Rubio ya advirtió que podría haber iniciativas para acabar con los privilegios una vez que Estados Unidos y Cuba reanudarán relaciones diplomáticas tras más de medio sigo de enfrentamiento.
"La premisa de la Ley de Ajuste es que en Cuba hay una dictadura de la que los cubanos viene huyendo, pero Estados Unidos ya no considera a Cuba un país represivo", dijo Rubio en diciembre.
"Colegas míos en todo el país cuestionarán esa ley al cambiar la calificación del país", agregó.
También Carlos Curbelo, congresista de origen cubano recientemente elegido por Florida y compañero de partido de Rubio, se mostró durante la campaña electoral de noviembre del año pasado partidario de cambiar la ley. "Se puede modificar sin que se elimine, pero no podemos apoyar el abuso de la generosidad", afirmó.
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