LA HABANA. "Sí, el embargo a Cuba permanece", se apura en aclarar una hoja de Preguntas Frecuentes del Departamento del Tesoro publicada hoy casi al unísono de las nuevas regulaciones que relajan y comienzan efectivamente a desmontar el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
Este viernes 16 de enero, cuando se active el paquete de medidas que hoy han sido anunciadas, deberá ser marcado como una fecha crucial en la cronología del deshielo. Será la antesala de la reunión que tendrán en La Habana el 21 y 22 próximos ambos gobiernos y que ya, a todas luces, sobrepasará los temas migratorios y de logística diplomática que hasta ahora se habían presentado como el menú principal de la cena.
El nuevo marco de relaciones comerciales y financieras que ha propuesto el gobierno de Obama, como correspondía por parte de quien bloquea, aunque es parcial, no es austero; y tendrá repercusiones de mucha importancia en el corto plazo para dinamizar los vínculos entre ambos países. Dicha familiaridad económica que hoy se esboza será el cemento con que fragüen las voluntades políticas, necesarias en el Congreso para conseguir la extinción futura de la Helms-Burton.
Obama, que no puede borrar de un plumazo el bloqueo, le ha dado ya, probablemente, su tiro de gracia. Como tantos analistas sugirieron durante años, las posibilidades del Ejecutivo eran firmes y poderosas: relajar los permisos para que ciudadanos norteamericanos viajen a la isla y gasten en Cuba -ahora pueden llevar a casa souvenirs por 400 dólares y utilizar sus tarjetas de crédito y débito para pagar sin límites; permitir que entidades financieras de Estados Unidos abran cuentas corresponsales en instituciones financieras cubanas; posibilitar que barcos de terceros países que hayan tocado puertos cubanos puedan hacerlo igualmente en Estados Unidos… solo estas "minucias" dejan tambaleante el mecanismo represivo y obtuso del bloqueo que duró más de 50 años.
Se ha dicho, pero vale repetir, que si al menos –siendo conservadores– entraran a Cuba en 2015 el doble de los aproximadamente 100 000 ciudadanos norteamericanos que han viajado a la isla anualmente en los últimos años, el país estaría recibiendo una inyección de dinero que puede ser fundamental, junto a otros ingresos que resulten de la nueva circunstancia, para reanimar la economía maltrecha que viene de un hueco profundo en su PIB y necesita conseguir al menos un 4 por ciento de crecimiento.
Eso lo sabe toda Cuba. Y no por gusto. Cuentan que en el mercado agropecuario de 19 y B, la boutique del comercio de productos agrícolas en La Habana, cuando esta mañana llegó un grupo de norteamericanos a comprar y mirar, los tarimeros y vendedores hicieron una ovación, un saludo fuenteovejunero, similar al que le hacen todas las veces al héroe René González cuando llega por allí.
Un comunicado de la Casa Blanca emitido esta mañana repite el leit motiv de que estas medidas del Ejecutivo buscan "empoderar a la población cubana, ayudarlos a ser menos dependientes de la economía controlada por el Estado, lo mismo que facilitarán nuestra creciente relación con el pueblo cubano". Obama y quienes apoyan el cambio no tienen más remedio que articular machaconamente el discurso sobre sus decisiones en torno a una compenetración con el pueblo "de a pie". ¿Qué otra cosa podrían decir? ¿Que quieren ayudar a construir el socialismo ? ¿O acaso alguien espera que se declaren vencidos en una geopolítica hemisférica baldada también por la obstinada agresividad hacia Cuba? ¿Es que alguien cree que Obama hará un mea culpa histórico y declarará a Cuba como "el fiel de América"? No es posible.
Sin embargo la altivez, la paranoia, o la parálisis parecen ser responsables de que todavía rayando las 5 de la tarde de este día que amaneció con la noticia de marras, no ha habido pronunciamiento oficial de las autoridades cubanas, y la prensa brilla por su silencio. Granma no dice ni "ji" y Cubadebate reproduce la nota rápida que publicó el diario mexicano La Jornada. Otros medios digitales repiten a Cubadebate. ¿Qué consecuencias tiene esto?
¿Acaso nuestras autoridades no podían prever estas noticias de hoy e incluso su alcance –más allá de cómo lo interpreten- luego de un año y medio de negociaciones que tuvieron el magnífico colofón del 17D?
Como excepción ha destacado el historiador Eusebio Leal para quien este gesto de hoy por parte de Estados Unidos ha resultado "magnífico". "Los estadounidenses siempre han estado aquí. Esta fue la ciudad de sus escritores".
Estados Unidos muy probablemente pretende adquirir a Cuba con métodos suaves; se ve venir. Y para ello trabajará enfatizando el binarismo, la confrontación; intentando enemistar radicalmente al Estado soberanista y su economía pública, de la sociedad civil anhelante y su economía privada.
Esas son las condiciones del juego. No hay otras. Y más vale hacer política transparente y positiva, aun en este tablero. Es recomendable adquirir la sabia costumbre de la convivencia constructiva mientras se suelten paulatinamente las sanciones abusadoras contra el país y pueda Cuba por fin disfrutar un estatus postbloqueo por el que han luchado tantas generaciones, y que ya está en camino.
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