Un año después de retirarse de sus habituales labores como imparcial en el momento justo en el que era considerado el mejor árbitro de Cuba, Luis César Valdés está de vuelta al panorama beisbolero nacional, ahora en el sorprendente rol de comentarista de la panta radial villaclareña CMHW.
Micrófono en mano, armado por el riquísimo bagaje que otorgan dos décadas de interacción constante con peloteros y mentores dentro y fuera del país, el corpulento villaclareño nacido en San Juan de los Yeras forma un dúo imperdible con el narrador Normando Hernández, célebre por sus juicios rebosantes de polémica y considerado por sus propios colegas uno de los mejores relatores de la pelota cubana.
Con semejantes ingredientes, la mezcla debía ser por naturaleza explosiva y los oyentes de la Reina Radial del Centro pueden dar buena fe de ello. Sin ir más lejos, este martes, durante la transmisión del primer partido de la subserie Las Tunas-Villa Clara desde el parque Augusto César Sandino, César Valdés abordó con dureza el tema de la lesión sufrida por el lanzador avileño Vladimir García.
El serpentinero de los Tigres había declarado el lunes al canal Tele Rebelde que su lesión se produjo en una prueba a la que fue sometido por scouts japoneses en el estadio Victoria de Girón, de Matanzas. De acuerdo con García, él se presentó a la exhibición sin la suficiente preparación física y el esfuerzo terminó costándole una fuerte molestia en el hombro de lanzar, que lo mantiene alejado de la recién iniciada temporada.
Ante esta realidad, Valdés calificó de "falta de respeto" el hecho de que uno "de los mejores pítchers de Cuba" haya sido maltratado así, sobre todo porque –consideró- no son tiempos en los que estemos sobrados de lanzadores en el país. Además, el prestigioso imparcial, hasta hace poco tiempo integrante de la cúpula del arbitraje en la Federación Internacional de este deporte, sentenció que "no sabía a quién culpar" por semejante despropósito, aunque la dosis de ironía en sus palabras y una adecuada lectura entre líneas arrojan como culpable a la Comisión Nacional de Béisbol, organizadora de estos exámenes y celosa rectora de los posibles contratos ofrecidos a peloteros cubanos.
En el momento de anunciar su retiro, tras los múltiples incidentes que terminaron por emplazar el trabajo arbitral en el play off final de la temporada 2012-2013, César Valdés había declarado al sitio digital Cubadebate: "Hay cosas que no se pueden echar por tierra, ni permitírselas a nadie. Vale más decir adiós y con honores, que aguantarlas. Porque el arbitraje estuvo mal en los play off, pero hay muchas otras cosas de las que no se habla y también le están haciendo daño a la pelota".
Además, había sido abanderado durante mucho tiempo de la idea de crear una suerte de sindicato que les permitiera a los árbitros desligarse de la rectoría de la Comisión Nacional de Béisbol: "(…) los árbitros no pueden vivir subordinados a la Comisión Nacional. Son dos mundos completamente diferentes. Quienes dirigen la parte técnica no tienen ni noción de lo que se sufre acá del otro lado, por tanto hay que establecer una separación. Me voy insatisfecho con eso".
Las cosas sin las que la pelota sería muy aburrida
Por su parte, Normando Hernández no dudó en sumarse al debate radial, aunque sus disparos tomaron otro rumbo e hicieron blanco en el programa televisivo Al duro y sin guante, emitido por Tele Rebelde el pasado lunes.
El filoso comentarista fustigó las afirmaciones del narrador de Radio Rebelde, Roberto Pacheco, quien en calidad de invitado interrumpió la despedida del programa para realizar una trasnochada defensa del mentor matancero Víctor Mesa, e incluso emplazó al resto de los colegas presentes en el set con la pregunta de si existían allí detractores del piloto de los Cocodrilos.
Normando apeló a argumentos como la falta de ética y en varias ocasiones volvió sobre el tema, afirmando incluso que en el programa "cierto comentarista" había declarado "su amor por Víctor Mesa". Conocido también por sus interminables sparrings verbales en el programa Deportivamente, de Radio Rebelde, no olvidó en su arremetida al presentador del espacio televisivo, Rodolfo García, quien había cerrado la emisión con una imprecisa sentencia en la que aseguraba "que si no fuera por estas cosas, qué aburrida fuera la pelota".
Ante la vaguedad de la afirmación, que nunca dejó claro si hacía referencia únicamente a los constantes escándalos de Víctor Mesa, Normando interpretó que en realidad hablaba de los frecuentes casos de indisciplina que han aflorado en poco más de una semana de campeonato y que habían sido objeto de fuertes críticas por especialistas de la radio, la prensa escrita y la televisión presentes en el debate.
El narrador de la emisora villaclareño tildó de incoherente esa poco feliz frase final y se explayó en ejemplos negativos que es necesario criticar y no ensalzar, como la expulsión el pasado domingo del lanzador santiaguero Danny Betancourt por tirar pelotazos intencionales ante Industriales; o la que sufriera el mentor camagüeyano Esteban Lombillo en la subserie frente a los Indios de Guantánamo.
Más allá del correcto espectáculo deportivo que presenta el programa radial de la CMHW y de la mediación del también comentarista Osmani Valdés, más comedido a la hora de emitir criterios, lo cierto es que la dosis de pimienta que le agregan Normando Hernández y Luis César Valdés le aporta una arista diferente a la transmisión. La ausencia a casi dos semanas de iniciado el torneo de implementos como los spikes (zapatos de juego) o los jerseys de los equipos, e incluso el hecho de que Las Tunas se presente en parques ajenos con su uniforme de home club, pues aún no está listo el de visitador, fueron otros temas que no escaparon al improvisado dúo, una asociación con carga suficiente para dinamitar cada jornada los ya frágiles cimientos de este béisbol nuestro.
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