Por JS
Poco convencional, desafiante de cualquier pronóstico, el capitán Sparrow vence sus batallas y saben a gloria. Así debe sentirse, al paladar, la plata de los Piratas. Ya resignifican lo de “guerrilla” y ahora también, tienen que batallar contra la opinión hegemónica que tilda de agravio el sueño de ochenta mil almas, que salen a las calles sin camisas, con calderos, en una conga irredenta y natural.
Las batallas de La Isla tienen paralelos e historia. Se han logrado meter en la comida en los últimos años… ¿qué no tienen campeonatos? Tampoco Granma con su ofensiva de espanto, y no lo tuvo el Sancti Spíritus de los Gourriel y Cepeda. ¿Qué son “chiquitos”? Entonces Anoeta no tiene derecho a las hombradas de la Real Sociedad, y en Vallecas hay que silenciar las tribunas porque viene el Madrid o el Barcelona…
Por si las moscas, brindé antes del sexto juego y también en el noveno inning que cerró el Play Off, cuando complicaron las cosas y reivindicaron al “tarambana” Sparrow y a los chiquitos.
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