Por JSLos vicios son como las militancias: ocultan tras la utopía del libre albedrío cierta imposición. También se parecen en el peso de las palabras. En las militancias, “oposición” se presenta como alternativa al poder y muchas veces, se juega a ella desde el empoderamiento económico, la forma más repulsiva de empoderamiento.Con los vicios pasa igual, las soterradas imposiciones pueden mapear militancias. Últimamente, asistimos a la ambivalencia “ideológica” de los directivos del comercio interior. Por un lado, una radicalización ultraizquierdista: les ha parecido que el Criollo es un término “suave” y han apostado por borrarlo, reivindicando la firmeza e intransigencia de los Titanes y el arraigo clasista de los Populares. Por el otro el “coqueteo”, que mantiene el flujo de las cajitas Hollywood y otras, que si bien nacionales, se embadurnan con papelitos de colores agradables al tacto.Todo parece indicar que entre los directivos del comercio interior se ha “colado” un historiador que ha venido a rescatar los Criollos: comienzan a reaparecer. ¡Cuidado! Puede ser un hecho fugaz, una jugarreta de los almacenes.
viernes, 17 de abril de 2015
Elogio a los Criollos (para fumadores)
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