Hacer una síntesis del año 2014 en Cuba podría limitarse a los acuerdos alcanzados por Cuba y EE.UU. de cara a la normalización de las relaciones bilaterales, una historia que se proyecta hacia el futuro en una ardua negociación que requerirá de mucha flexibilidad de ambos gobiernos.
Sin embargo, durante este año han ocurrido muchas más cosas y no todas con final feliz. La principal, porque afecta a todos, es que la economía nacional no logró alcanzar el crecimiento previsto, sin que hasta ahora haya habido una explicación detallada de cuáles fueron los fallos.
Tampoco las nuevas regulaciones de aduanas han sido muy populares, sobre todo porque están repercutiendo, incluso, en los atrasos de la entrega de los paquetes de correos, la mayor parte de los cuales es enviada desde el extranjero por cooperantes de la salud a sus familias.
Y son ellos la noticia de este año, Cuba ha destinado unos 461 voluntarios para combatir el brote del virus de Ébola en África, más que todos los demás países juntos, convirtiéndose en el eje de la campaña de la Organización Mundial de la Salud en la región.
Es "lo más duro que he visto y he visto cosas duras", dijo Ronald Hernández, uno de los cooperantes cubanos y agregó: "Recibí muchas conferencias sobre el Ébola. Leí bastante, pero nada es comparado a atender directamente a un enfermo. Hay que hacer lo posible y hasta lo imposible por frenar esta epidemia e impedir que sigan muriendo personas por falta de atención médica".
Cuba ha tenido dos víctimas en África, un administrativo de Salud Pública murió a causa de la malaria y uno de los médicos resultó contagiado con el virus del Ébola. La noticia recorrió el mundo y su recuperación en un hospital de Suiza fue seguida día a día.
Así, en el 2014 los galenos de la Isla consolidaron su prestigio mundial, al grado que los propios EE.UU. colaboran con ellos en África. Varios altos funcionarios de ese país –entre ellos el Secretario de Estado John Kerry- los alabaron y la revista Times declaró a los médicos que luchan contra el Ébola "Personalidad del Año".
Mientras, The New York Times criticaba en un editorial la contradicción de esa colaboración bilateral y el programa migratorio de Washington que facilita las visas a los médicos cubanos que quieran dejar la misión que cumplen en el extranjero.
El programa surgió para sabotear los ingresos de Cuba por venta de servicios médicos que superan los 8000 millones de dólares. El trabajo de unos 50 mil cooperantes de la salud en 60 países se ha convertido en el principal ingreso del país, superando al turismo, las remesas y el níquel juntos.
Y todo indica que en el futuro seguirá siendo el mayor ingreso de divisas del país. Las autoridades del Ministerio de Salud Pública preparan mejores condiciones salariales, familiares y aduanales para hacer la vida de los cooperantes lo más cómoda posible.
La Dra. Marina de la Torre, una de las encargadas de la preparación de los médicos que salen al extranjero, aseguró a OnCuba que están tratando de enviar a las parejas juntas y cuando uno de los dos no trabaja en la salud nadie se opone a que viaje por sus propios medios.
En el caso de Brasil, por ejemplo, los familiares directos de los cooperantes cubanos reciben un visado por el tiempo que dura la misión. Allí los médicos reciben 1250 dólares mensuales, además de la garantía del hospedaje y los viáticos para cubrir gastos de alimentación y transporte.
Los trabajadores de la salud que se enamoran de un nacional del país al que fueron destinados pueden formalizar su matrimonio sin dejar de trabajar en la misión, y cuando esta termina se les da la posibilidad de optar por reengancharse mientras dure el convenio con ese país.
Cuba ha encontrado un nicho en el mercado internacional donde no tiene competencia y la demanda aumenta en la misma medida en que los gobiernos del Tercer Mundo, en especial en América Latina, empiezan a estructurar algunas políticas sociales.
Ni siquiera los más optimistas cálculos sobre los beneficios económicos de las futuras relaciones con EE.UU. llegan a alcanzar los ingresos de la Salud en Cuba, cuyas facultades siguen pariendo miles de médicos cada año, producto de una educación gratuita y al alcance de todos.
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