martes, 6 de enero de 2015

Un 2015 sin muchas esperanzas

Tomado de Página Siete, por Decker Molina

En 2015 se recordará los 50 años de la muerte de Winston Churchill, famoso líder mundial que alguna vez dijo: "La habilidad política es predecir lo que va a suceder mañana, la próxima semana, el próximo mes, el próximo año. Y después aclarar porque no se cumplieron las predicciones".

Europa no goza de buena salud como para pronosticar prosperidad en 2015. Y, si la superestructura no está bien, la sociedad tampoco goza de buena salud porque la base económica ya no es el capitalismo productivo sino el especulativo, este último no crea fuentes de trabajo y está en unas de sus crisis cíclicas.

Las consecuencias son el recrudecimiento del nacionalismo. Inglaterra tiene a Nigel Farage, como Francia a Marine Le Pen o como Suecia, desde donde escribo estas líneas, una extrema derecha (fiel de la balanza parlamentaria) que ha provocado una crisis de graves consecuencias políticas en un país que hasta ayer era uno de los más sólidos de Europa. La UE, que "congeló" en 2000  a Haider, líder del FPÖ (Austria) por su clara posición ultraderechista, no puede hacer nada con un Gobierno del mismo cuño en Budapest y tampoco podría hacer si Le Pen ganase en Francia.

La otra variante nacionalista es el separatismo. Escocia resolvió por la vía democrática. ¿Acaso podrá hacerlo Barcelona? Ucrania se desangra por su costado este porque Rusia transformó el tema en parte de su estrategia regional, lo que ejemplifica la peligrosidad de estos nacionalismos que se alimentan de la negación.

El  factor común a la mayoría de los países europeos es la impopularidad de sus políticos elegidos porque no resuelven el problema laboral.

Uno de los efectos de la crisis financiera es el paro y, a su turno,  la causa principal del crecimiento de la extrema derecha que fácilmente culpa al "otro" de todas las nuevas y viejas carencias, además, pretende que la democracia no debe ser tan democrática. Una extrema derecha que mira a Putin como líder ideal y observa con temor y admiración el desarrollo económico de la China, país en el que la democracia brilla por su ausencia.

Probablemente 2015 va a ser el año en que se dibuje una nueva contradicción política entre la democracia y la "democradura", esta última una degeneración del sistema, ya se ensaya en algunos países del orbe (Hungría), su principal característica es rescribir la Constitución,  apoderarse políticamente del Poder Judicial y restringir la libertad de informar y criticar. En América Latina se empaqueta en el celofán del "socialismo del siglo XXI".

El mismo Churchill, de líneas arriba, dijo: "Nadie pretende que la democracia sea perfecta. En verdad, se ha dicho que es la peor forma de gobierno excepto todas las demás formas que han sido probadas en su oportunidad" Y, ¿el nuevo desorden mundial?

Las democracias, por efecto de su propia naturaleza, suelen reaccionar con parsimonia, pero hay hechos mundiales que necesitan respuestas rápidas como algunas crisis que hacen a la convivencia global y ese es el caso del terrorismo.

La UE no puede esperar la reacción de la Casa Blanca ante hechos como el crecimiento del yihadismo fuera y dentro de sus fronteras, está obligada a ajustar su posición diplomática que puede conducir a un mayor federalismo, con  el riesgo de exacerbar a británicos y franceses. La otra posibilidad es que Alemania asuma el liderazgo no sólo económico sino político.

La UE tiene dentro de sus fronteras a curdos, iraquíes, persas, sirios, palestinos (chiitas, sunitas, musulmanes culturales y/o seculares) no hace falta mucho para encontrar aliados, por lo menos en situaciones concretas como el análisis estratégico incluida la "inteligencia" y aún en el campo operacional. La política es una constante toma de riesgos y este es uno de ellos, sin embargo no hacerlo es desperdiciar la oportunidad.

La tardía reacción de la Casa Blanca, la falta de una visión más amplia y progresista del régimen demo-islamita de Turquía, sobre todo de cara a su entorno (relación con Israel entre los errores), las ambivalencias de la UE con  respeto a Ucrania y a Turquía y su membresía, Netanyahu y su extremismo anti palestino como la necesidad de su existencia, la falta de análisis estratégico de EEUU en la guerra sectaria de Irak, el mal aprovechamiento de la militancia del Baatha, partido de Sadam y otros yerros crasos hacen que la historia del Cercano Oriente sea la herida más sangrante que hereda 2015 y sin visos de solución.

Lo más probable es el resurgimiento de una nueva nación. Los curdos pueden (siendo el principal aliado de los occidentales en su lucha contra ISIS) constituirse en nuevo Estado-nación con lo que se habrá enterrado el pacto Sykes-Picot (que cumplirá 100 años en 2016) que redibujó el mapa del Cercano Oriente. Siria (¿La Yugoslavia Oriental?) puede terminar fragmentada, tesis que Israel no descarta por razones de seguridad y, sobre todo, porque el efecto dominó podría llegar al Líbano. El tema islamita se cierra en 2014 con la masacre de la escuela de Pakistán y el triunfo de Beyi Caid Essebsi, un viejo "apparatchik" laico (55.68%), en las elecciones presidenciales de Túnez. ¿Un retorno a lo viejo-nuevo, un mejor "gatopardismo" que el de Egipto, al fin  y al cabo Túnez eligió? Es menos fácil en Libia, la gran incógnita del Magreb.

La única herencia positiva para 2015 se dio en América Latina con el restablecimiento de la diplomacia entre EEUU y Cuba. El síndrome cubano de plaza sitiada va a desaparecer. El levantamiento del embargo es más complicado por la correlación de fuerzas en el congreso estadounidense, pero, republicanos y demócratas pueden votar a favor, no por hacerle el favor histórico a Obama sino porque a chinos y rusos los quieren lejos de su frontera sur.

Poco antes de los años 2000 desapareció del idioma político europeo la palabra solidaridad. ¿Desaparecerá del lenguaje político latinoamericano la palabra imperialismo como pretexto de errores propios?

Y… ¿Bolivia? Se reduce a un diálogo sobre las clases medias: Hay una nueva clase media, muy visible en El Alto. ¿Viste los "choiletes"?
Si. Advertí que hay dos capas medias, la tuya y la nueva. En teoría, ambas tienen puntos de contacto. Son individualistas, creen en el progreso, estudian, leen, viajan, les gusta la buena vida, la buena ropa…
Sí, pero la clase media alteña mantiene el espíritu de ayllu.

El día en que ustedes y ellos compartan la misma mesa, el país habrá logrado la "unidad nacional" que, en el viejo libreto, era obra de la burguesía nacional.
Personalmente no tengo nada que compartir … (Aquí interrumpe la hija del amigo) y dice:
Yo podría compartir. Es una buena manera de integrarlos a nuestro proyecto…

¿Qué proyecto? – pregunto yo y le jovencita responde:

Antes el país era nuestro y no de ellos. Con el MAS, el país es de ellos. Si reconocemos los cambios y nos sentamos en la misma mesa, el país volverá a ser de nosotros y … también de ellos.

¿Buenos augurios para 2015? La baja del analfabetismo y la crisis del precio del petróleo que obligará a repensar la economía de más de un país.

La única herencia positiva para 2015 se dio en América latina con el restablecimiento de la diplomacia entre EEUU y Cuba.

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