jueves, 28 de abril de 2016

Por un partido más Comunista…por un socialismo de Caliban…*

Por: Josué Veloz Serrade
Desgraciadamente, nada hace pensar
que la dolorosa aunque fiera imagen de Caliban
tienda a ser innecesaria, porque se hubiese
desvanecido la temible imagen de Próspero.
Roberto Fernández Retamar



Nuestro presidente habla con frecuencia de un socialismo próspero y
sostenible y muchos tomamos esa expresión como referencia; mucha
prosperidad hace falta en Cuba y sobre todo una prosperidad que sea
duradera y sustentable. Ante la recurrencia de la palabra "próspero",
y su muy extendido uso – indiscriminado uso por cierto, y no casual –
recordaba ese texto grandioso de nuestra cultura que es Caliban
escrito por Fernández Retamar, tomando como punto de referencia la
obra La Tempestad de Shakespeare. Próspero sigue vivo y con los mismos
propósitos, la disyuntiva sigue siendo si tomaremos los caminos
dictados por Próspero o asumiremos el socialismo como la alternativa
cultural que nos liberará de todas las dominaciones a los que seguimos
siendo Caliban.

Hay quien quiere pluripartidismo en Cuba como si nunca lo hubiéramos
tenido…hay quien dice que lo tuvimos pero que del pluripartidismo
salieron también algunos de los gobiernos progresistas – algo
discutible cada vez más, todas las experiencias no fueron iguales,
tienen incontables límites así como no pocos aspectos positivos – de
América Latina en los últimos tiempos…y otros, entre los que me
incluyo, mantenemos la propuesta de un partido único como garantía de
la unidad y de la Revolución. ¿Pero cuál Unidad y cuál Revolución? Si
ambas no son campos en discusión permanente entonces no garantizan la
unión de la mayoría de los cubanos ni las revoluciones permanentes
hacia el Socialismo.

Un partido político revolucionario como el nuestro no tiene que
representar a todos los cubanos, sino que tiene que representar a la
mayoría de los cubanos. No es posible un partido político comunista
que represente a la burguesía y al proletariado a la vez; a riesgo de
parecer lapidario si representa a ambas, entonces deja de serlo. Un
partido comunista no puede dejar de lado su definición clasista porque
intenta representar a todos los individuos de un país. En Cuba, es el
partido del proletariado, pero del proletariado en el poder; no
podemos olvidar aquel día luminoso en que declaramos el Socialismo y
salieron nuestros padres y abuelos a morir por la patria.

Cuando decimos que el partido debe ser más democrático y
participativo, podemos no darnos cuenta de que el Partido Comunista
cubano no tiene que ser ni democrático, ni participativo; tiene que
ser más comunista y más socialista, entonces garantizará las dos cosas
anteriores, no al revés. Lo mismo ocurre con el Socialismo: o es
democrático y participativo o no es socialismo. En el fondo de esas
definiciones está el intento de deslindarse de otras experiencias en
las que algo, a lo que llamaban socialismo, no era ni democrático ni
participativo.

Hay quien olvida que en Cuba los comunistas están en el poder y por
ello critica al Partido, porque quisiera un espacio de varios partidos
con ferias electorales cada cierto tiempo, y hay quien lo critica
porque quiere que sea cada vez más revolucionario. Resulta tan
peligroso creer que de la democracia burguesa vendrá la solución a
nuestros males, como suponer que un socialismo estatista y nostálgico
de mejores épocas señalará el camino necesario. En el centro siempre
difuso de ambas posiciones se juega lo esencial. Si se van a
relacionar el Socialismo y el mercado, entonces tenemos que discutir
qué Socialismo y qué mercado, si vamos a discutir las relaciones entre
el modelo económico cubano y las formas de participación política,
entonces tenemos que ver de qué Economía hablamos y por cuál
concepción política apostamos.

Posterior al Congreso tendremos un proceso de discusión sobre los
destinos de la nación, y el Socialismo por el que optamos un día. El
futuro no se determina en porcientos, es una invención cultural donde
lo imposible se vuelve posible en las verdaderas revoluciones, y estas
son verdaderas si son socialistas. No perdamos la oportunidad de hacer
a nuestro Socialismo, el de Caliban. Si Mella fundó el Instituto
Politécnico Ariel, fundemos nosotros la Universidad de Caliban.

* Publicado en El Punto:
https://elpuntored.wordpress.com/2016/04/27/por-un-partido-mas-comunistapor-un-socialismo-de-caliban/

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