Este fin de semana el Ministerio de Salud Pública se puso en contacto con el padre de Rafael asegurándole que su hijo saldría este año del país para ser intervenido quirúrgicamente en el extranjero. Decidieron priorizar su caso y el de otros niños que también estaban a la espera.
Sin duda, la enfermedad de Rafael ha despertado la sensibilidad de las autoridades cubanas y han obrado en consecuencia, destrabando todos los obstáculos burocráticos que impedían que esos pequeños tuvieran rápidamente la atención médica que necesitan.
Como siempre, la Salud Pública cubana financiará el viaje de los niños con sus madres, los costos de la atención médica en el extranjero y la manutención del acompañante. Solo en el caso de Rafael el presupuesto puede superar los 50 mil euros.
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